Los búlgaros son la unión simbiótica de varios microorganismos, específicamente de bacterias y levaduras, por eso los búlgaros se consideran comunidades microbianas. Tienen una apariencia de granos pequeños y de color blanco, semejantes a mini coliflores de consistencia gelatinosa.
Estas comunidades se alimentan de leche entera y producen ácido láctico, ácido acético y alcohol. Todos son bioconservadores con la función de retener nutrientes y evitar que la leche se descomponga.
Los búlgaros brindan múltiples beneficios gracias a sus compuestos: 13% de proteínas, 24% de polisacáridos, 46% de restos celulares y 17% indefinidos. El consumo de su bioproducto se enfoca en la salud digestiva, favoreciendo la absorción de nutrientes en el intestino.
Son un remedio natural para la gastritis y la colitis.
Los búlgaros se preparan cuando se les agrega leche y como resultado se genera el kéfir, una bebida similar al yogur, en la que la lactosa se convierte en ácido láctico.
El kéfir está fermentado por un conjunto de levaduras y bacterias, tiene un sabor más intenso y fuerte que el yogur, su consistencia tiende a ser más líquida y su digestión es menos pesada.
Beneficios de los búlgaros para la salud
-Mejorar la digestión
-Fortalecer los huesos
-Evitar infecciones bacterianas
-Regular el nivel de colesterol en tu cuerpo
-Reduce la inflamación abdominal
Los búlgaros son perfectos para complementar tu desayuno y utilizarlos como sustituto de yogures comerciales, no hay nada como las preparaciones elaboradas en casa.
¿Cómo mantener un cultivo de búlgaros en casa?
1-Almacenarlos en recipientes de vidrio con tapa
2-Cubrirlos con leche y alejarlos de la luz directa.
3-Destapar el frasco donde son almacenados al menos dos veces al día para liberar el gas que producen estos microorganismos vivos.
4- Separar la leche de los búlgaros. Puedes tomarla sola o licuada, además puedes agregar fruta o miel para darle mejor sabor y mezclarla con otros grupos de alimentos.
5-Lava inmediatamente los búlgaros y vuelve a comenzar el ciclo.