¿Qué es un código de barras?

Un código de barras es una imagen formada por una serie de líneas paralelas en blanco y negro que, al ser escaneada, transmite información sobre un producto. Los códigos de barras se leen con escáneres ópticos especiales. Una vez que el dispositivo escáner se coloca sobre el código de barras, procesa inmediatamente los datos que contiene, normalmente el precio del producto en el que está impreso el código de barras.

La forma más común de un código de barras es el Código Universal de Producto (UPC), que se introdujo por primera vez en la década de 1970 para su uso en las tiendas de comestibles.

Cómo funciona un código de barras

Los códigos de barras son una parte esencial de la economía. Son una parte rutinaria de las transacciones comerciales, que aparecen en casi todos los productos disponibles para comprar en una tienda.

La idea detrás de los códigos de barras es bastante simple. Cada artículo tiene un número único impreso que un dispositivo de escaneo puede leer e identificar. Esto permite automatizar la transferencia de información del producto, como su precio, desde el producto a un sistema electrónico como una caja registradora.

Los códigos de barras pueden ser leídos por diferentes tipos de tecnología. Los escáneres están especialmente programados para transferir los datos que alberga el código de barras al programa de aplicación, proporcionando acceso instantáneo a una gran cantidad de información. Un escáner de interfaz conectado a un ordenador transmite la información del código de barras como si se introdujera en un teclado.

Consignas clave

  • Un código de barras es una imagen formada por una serie de líneas paralelas en blanco y negro que, al ser escaneada, transmite información sobre un producto.
  • Estas imágenes en blanco y negro son leídas por escáneres ópticos, presentes en muchas formas de la tecnología actual, incluidos los smartphones y las tabletas.
  • Los códigos de barras sirven para muchos propósitos, ayudando a las empresas a impulsar la eficiencia, reducir y disminuir sus gastos generales.
  • La forma más común de un código de barras es el Código Universal de Producto (UPC), que se introdujo por primera vez en la década de 1970 para su uso en las tiendas de comestibles.

Beneficios de los códigos de barras

Los códigos de barras hacen mucho más que proporcionar un precio y otros detalles básicos sobre un producto. Ayudan a ahorrar tiempo, eliminan la posibilidad de que se produzcan errores humanos y, en general, hacen que las empresas sean más eficientes.

Cuando se vinculan a una base de datos, los códigos de barras permiten a los minoristas hacer un seguimiento del inventario, lo que les permite controlar fácilmente las tendencias de los hábitos de consumo, pedir más existencias y ajustar los precios. Los códigos de barras también pueden utilizarse en otras aplicaciones, como en el sector sanitario, donde se emplean para identificar a los pacientes y sus historiales. También pueden ayudar a difundir más información importante, como los historiales médicos y de prescripción de medicamentos y las alergias.

Muchos otros sectores también aprovechan los códigos de barras. Se sabe que esta tecnología aumenta la eficiencia en muchos sectores, como el servicio postal, los viajes y el turismo (alquiler de coches, equipaje) y el ocio (entradas de cine y teatro, parques de atracciones).

Historia de los códigos de barras

El código de barras fue inventado por Norman Woodland y Bernard Silver en 1952 y patentado ese mismo año. Los dos hombres probaron por primera vez la tinta ultravioleta, pero descubrieron que la tinta se desvanecía y era demasiado cara para reemplazarla.

Woodland se inspiró más tarde en el código Morse y dibujó su primer código de barras, consistente en una serie de puntos y rayas, en la arena de la playa. Luego adaptó la tecnología para idear un lector.

La Asociación de Ferrocarriles Americanos (AAR) fue una de las primeras en utilizar el código de barras, implementándolo en la década de 1960 para identificar automáticamente los vagones. El plan consistía en utilizar una serie de rayas de colores en placas de acero, que se montaban en los laterales de los vagones.

Se ponían dos placas en cada vagón (una en cada lado), con las rayas identificando información diferente, como el tipo de equipo y los propietarios. Se utilizó un escáner para leer las placas en los coches en movimiento. Aunque resultó algo útil, el sistema se abandonó porque no era fiable para un uso a largo plazo.

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