Karen Simmons, Lupus, Good Samaritan Medical Center
«Finalmente, dos años después de que empezaran mis síntomas, me diagnosticaron Lupus, una enfermedad autoinmune que le dice al cuerpo que se ataque a sí mismo.»
Una misteriosa enfermedad
Un día, Karen no se sentía muy bien. Había perdido pelo, peso y no tenía mucho apetito. Karen, de 26 años y madre de dos niños de 2 y 8 años, supuso que simplemente estaba agotada o que se estaba resfriando.
«Pero no mejoraba», dice. «Empecé a buscar tratamiento».
Karen se sometió a una serie de pruebas y tomó varios medicamentos. Sin embargo, sus resultados seguían desconcertando a sus médicos.
«Finalmente, dos años después de que empezaran mis síntomas, me diagnosticaron lupus, una enfermedad autoinmune que le dice al cuerpo que se ataque a sí mismo», dice Karen.
A pesar de lo difícil que era el lupus para sus riñones, corazón y articulaciones, Karen encontró inspiración y esperanza en sus dos hijos.
«Quería verlos crecer y convertirse en jóvenes fuertes», dice.
Al principio, el lupus era tan agresivo que el médico de Karen le recomendó quimioterapia para frenar el avance de la enfermedad. Karen empezó a someterse a tratamientos de diálisis tres veces por semana cuando la quimioterapia no consiguió frenar el daño que se estaba produciendo en sus órganos.
«He seguido con éxito el tratamiento durante los últimos 14 años», dice Karen.
Encontrando un hogar para el tratamiento
Karen Simmons estaba recibiendo su primer tratamiento de diálisis cuando se echó la espalda. El dolor era lo suficientemente fuerte como para que los paramédicos tuvieran que llevarla a la sala de emergencias.
«Mi nueva nefróloga, la Dra. Nicole Basile, me atendió en el hospital durante unos días», dice Karen. «Tanto mi médico como el personal del hospital estuvieron muy atentos a mis necesidades».
Karen siguió visitando el Buen Sam para tratamientos regulares y visitas al médico.
«Conocí a muchos otros médicos que me cuidaron como si fuera parte de su familia: El Dr. James Mullen y el Dr. David Amrose (Advanced Kidney Care), el Dr. Mousa Hanna (Primary), el Dr. Glenn Englander (GI), el Dr. Manuel Méndez (Vascular), el Dr. Norman Erenrich (Cardiología), cirujanos, enfermeras y otros miembros del personal,a» dice Karen. «Estas son sólo algunas de las personas que formaron parte de mi proceso de curación. Sólo quiero dar las gracias».
Viviendo con lupus
Karen no deja que su enfermedad afecte negativamente a su vida.
«Ha habido otras complicaciones como consecuencia de mi lupus, pero a los 44 años, me siento sana, estable y vibrantemente viva», dice Karen. «Me siento bendecida por haber conocido a mi querido marido y haberme casado con él»
Karen también tiene esperanzas en el futuro. Actualmente está en la lista de trasplantes de riñón.
«Tengo esperanzas. Pero pase lo que pase, estaré siempre agradecida», dice Karen.