La alimentación foliar ha sido ampliamente utilizada y aceptada como una parte esencial de la producción de cultivos, especialmente en los cultivos hortícolas. Aunque no está tan extendida en los cultivos agronómicos, los beneficios de la alimentación foliar han sido bien documentados y se han hecho esfuerzos cada vez mayores para lograr respuestas consistentes. Por ejemplo, antes se pensaba que la alimentación foliar dañaba a los tomates, pero se ha convertido en una práctica habitual.
¿Qué es la aplicación foliar?
Una aplicación foliar significa que se está alimentando a las plantas mediante la aplicación de un fertilizante líquido directamente en las hojas en lugar de en el suelo. Las aplicaciones foliares son definitivamente buenas para las plantas, pero no son un buen sustituto de un suelo sano. El mejor momento para utilizar aplicaciones foliares es cuando una planta carece de nutrientes.
La absorción tiene lugar a través de sus estomas y su epidermis. El transporte suele ser más rápido a través de los estomas, pero la absorción total puede ser igual de grande a través de la epidermis. Las plantas también pueden absorber nutrientes a través de su corteza.
El objetivo de la alimentación foliar no es sustituir la fertilización del suelo. El suministro de las principales necesidades de nutrientes de una planta (nitrógeno, fósforo y potasio) es más eficaz y económico mediante la aplicación al suelo. Sin embargo, una aplicación foliar ha demostrado ser un excelente método para suplir las necesidades de la planta en cuanto a nutrientes secundarios (calcio, magnesio y azufre) y micronutrientes (zinc, manganeso, hierro, cobre, boro y molibdeno), a la vez que se complementan las necesidades de N-P-K para periodos cortos o críticos de crecimiento de tres etapas. Sin embargo, se ha demostrado que una aplicación foliar evita el problema de la lixiviación en los suelos y provoca una rápida reacción en la planta.
Para todas las plantas de jardín y paisajismo, la principal vía de captación de nutrientes es a través de las raíces. Las hojas tienen una cutícula cerosa que restringe la entrada de agua, nutrientes y otras sustancias en la planta. Hasta cierto punto, los nutrientes aplicados a las hojas pueden ser absorbidos y utilizados por la planta, pero en el caso de los principales nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) la cantidad absorbida en un momento dado es pequeña en relación con las necesidades de la planta. Esto significa que la aplicación foliar de estos tres nutrientes sólo puede suministrar una pequeña fracción del total que necesita la planta, por lo que una aplicación foliar debe considerarse un complemento a la aplicación regular de estos nutrientes en el suelo.
Dato divertido
La alimentación foliar se ha documentado ya en 1844 cuando se roció una solución de sulfato de hierro como posible remedio para la «enfermedad de la clorosis»
Aplicación foliar de plaguicidas
Los árboles frutales pueden ser tratados por aplicación foliar para una infestación de ácaros durante el verano. Considere la posibilidad de utilizar aceite hortícola, que es un acaricida orgánico. Siempre es una buena idea tratar de utilizar productos químicos lo menos posible a menos que sea necesario. Busque controles biológicos y mecánicos cuando estén disponibles.
Consejos de aplicación foliar
La alimentación foliar se realiza generalmente a primera hora de la mañana o al final de la tarde, preferiblemente a temperaturas inferiores a los 75 grados Fahrenheit (24 grados Celsius), ya que el calor hace que los poros de las hojas de algunas especies se cierren.
Advertencia
También debe asegurarse de que las hojas no permanezcan húmedas durante mucho tiempo, ya que a veces esto puede favorecer plagas y enfermedades como los hongos. Durante el verano, debe tener cuidado al realizar una aplicación foliar. La etiqueta le indicará las temperaturas que debe evitar para que las hojas no se quemen. Sin embargo, esto puede ocurrir incluso si se buscan temperaturas más frescas.