Ese major -su segundo- se hizo famoso por el play-off de 18 hoyos con Nicklaus y la serpiente de goma que lanzó a su rival.
Trevino siempre tuvo un don para la actuación: se le conocía como el Merry Mex por su charla ininterrumpida en el campo.
Pero fue su golf el que más dio que hablar aquel verano, cuando se alzó con el US Open, el Canadian Open y el Open en el espacio de 23 días.
La magia de Muirfield
Doce meses después, Trevino estaba de vuelta en Gran Bretaña, pero esta vez en Muirfield.
Y allí se convirtió en el primer golfista desde Arnold Palmer en conseguir dos Claret Jugs consecutivos.
La historia de esa victoria de 1972 se produjo realmente en la tercera ronda, cuando Trevino destrozó los últimos nueve hoyos con cinco birdies consecutivos del 14 al 18.
Esta semana en Escocia embocó chips y golpes de búnker por diversión, y finalmente la presión se hizo notar en su compañero de juego Tony Jacklin en la ronda final.Jacklin hizo tres putts después de que Trevino embocara un chip desde fuera del green en el hoyo 17 – apodándose a sí mismo «el mejor chipper del mundo» en el proceso – y Trevino lo había hecho.
Ese fue su cuarto major – su segunda Jarra de Clarete en el giro y terminó con Nicklaus – que terminó como subcampeón al final – y sus esperanzas de un Grand Slam ese año después de las victorias en el Masters y el US Open.
Más adelante
1974 vio a Trevino retener a Nicklaus de nuevo para reclamar el US PGA por primera vez y en 1980 la Jarra de Clarete fue casi suya de nuevo cuando terminó como subcampeón ante Tom Watson.
Pero entre esos dos eventos, Trevino fue golpeado por un rayo que precipitó problemas crónicos de espalda y múltiples cirugías para tratar de aliviarlos.
Pero todavía le quedaba una última pizca de magia, asegurando la corona de la US PGA de 1984 a la edad de 44 años – y en el proceso convirtiéndose en el primer hombre en tirar las cuatro rondas en los 60s en la PGA.