Este año no hice ningún propósito de Año Nuevo. No sé por qué, pero nunca me tomé el tiempo de sentarme y escribir ninguna meta o propósito. Pero eso no significa que no haya estado pensando en cambios que quiero hacer este año, en recetas que quiero probar. Una cosa en la que he querido mejorar mucho este año -y este ha sido un objetivo mío durante un tiempo pero he fracasado en el pasado- es tener mucho menos desperdicio. Tengo fama de dejar que las cosas se desperdicien. Es horrible. Y con el costo de los comestibles en estos días, creo que es muy importante que aprendamos a utilizar hasta el último pedazo de todo lo que compramos.

El año ha comenzado bien. (Sí, ya sé que sólo es el día 12, pero por algo tengo que empezar, ¿no?) Mi marido trajo a casa un jamón que le dieron en el trabajo hace unas semanas. Me sentí muy orgullosa de mí misma, porque fui capaz de preparar una cena entera de jamón esa noche, todo con cosas que teníamos a mano. Jamón, verduras asadas, patatas fritas y panecillos. Estaba delicioso, pero cuando terminamos de comer, todavía quedaba un montón de jamón. Era un buen momento para cumplir ese objetivo y asegurarse de que no se desperdiciara nada de ese jamón.

Primero fue la sopa de jamón y judías que publiqué ayer. Y sí, hoy traigo otra sopa de jamón y judías, pero esta es completamente diferente. Nunca puedo tener demasiada sopa en el invierno, y de hecho usé lo último del jamón en otra sopa, (a la que no os someteré porque aunque comestible, no salió del todo como quería). Pero esta sopa era tan deliciosa, rápida y fácil que tenía que compartirla con vosotros.

Cuando vi por primera vez esta sopa en el blog de Heather, supe que quería probarla. Y como tenía jamón para usar, era el momento perfecto. En realidad ni siquiera pensaba compartir esta receta, pero estaba tan buena que no pude evitar publicarla. Una simple sopa de frijoles negros, condimentada con comino y chile en polvo, y aromatizada con trozos de jamón. Si la acompañas con queso, crema agria y salsa, esta es una sopa que no querrás dejar pasar. Le di de comer a mi madre y a mi padre, y los tres volvimos para repetir. Definitivamente fue un éxito!

¿Buscas más recetas gratuitas?

Suscríbete a mi boletín de recetas gratuitas para recibir nuevas recetas familiares en tu bandeja de entrada cada semana! Encuéntrame compartiendo más inspiración familiar en Pinterest e Instagram.

Descripción

Una sopa de judías negras y jamón, llena de sabor, que se prepara rápidamente.

Escala 1x2x3x

Ingredientes

  • 2 cucharadas de aceite vegetal
  • 1 cebolla mediana picada
  • 1 pimiento rojo, picado
  • 1 pimiento amarillo, picado
  • 1 jalapeño, sin semillas y picado (opcional)
  • 3 dientes de ajo, picados
  • 2 (15.0 onzas) de frijoles negros, divididos
  • 1 (14.0 onzas) de caldo de pollo
  • 2 tazas de jamón cocido, cortado en cubos
  • 1/2 cucharadita de comino
  • 1/8 de cucharadita de chile en polvo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
  • 1 taza de queso cheddar rallado, para servir
  • 1 taza de crema agria, para servir
  • 1 taza de salsa, para servir

Instrucciones

  1. Caliente el aceite en una olla grande para sopa u horno holandés. Añade la cebolla, los pimientos y el jalapeño (si lo usas) y saltea hasta que se ablanden, unos 5 minutos. Añade el ajo y cocina un minuto más. Añade una lata de alubias y el caldo de pollo.
  2. Coloca la lata restante de alubias en un procesador de alimentos o batidora y hazla puré hasta que esté suave. Alternativamente, pon las alubias en un bol y tritúralas con un pasapurés hasta que queden suaves. Añadir el puré de alubias a la sopa. Llevar a ebullición y reducir el fuego a bajo.
  3. Añadir el jamón, el comino, el chile en polvo, la sal y la pimienta. Cocer a fuego lento durante 20 minutos. Servir con queso, crema agria y salsa.
  4. ——–
  5. adaptado de Kitchen Concoctions , que lo adaptó de Food on the Table

.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.