El humo de la quema de madera está formado por una compleja mezcla de gases y partículas finas, que también se denominan contaminación por partículas o materia particulada. Los fuegos recreativos al aire libre pueden convertirse en una fuente considerable de contaminación del aire por partículas finas, especialmente en algunas áreas metropolitanas. Los niños y adolescentes, los adultos mayores y las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares -incluidos el asma y la EPOC- pueden ser especialmente sensibles a los efectos sobre la salud de la contaminación por partículas del humo de la madera. Sea un buen vecino cuando queme y tenga en cuenta a sus vecinos, así como la dirección del viento.
Disfrute de su hoguera de forma responsable
Si decide quemar madera, reduzca la contaminación por partículas con estas medidas:
- Queme sólo madera seca y sazonada, que arde más caliente y limpia.
- Utilice un medidor de humedad para comprobar la leña; el contenido de humedad es mejor en torno al 20 por ciento.
- Cubra la madera apilada, pero permita un buen flujo de aire para que pueda secarse.
- No queme nunca leña durante los días de alerta sobre la calidad del aire, cuando la contaminación atmosférica ya es mayor.
- No queme nunca madera verde, residuos de la construcción, plástico, basura o residuos de jardín. Crean más humo y pueden ser tóxicos.
- Tenga más cuidado si vive en una región donde los incendios de matorrales son motivo de preocupación.
Alternativas más limpias
Infórmese sobre sus opciones antes de quemar leña en su patio. El cambio a gas natural o propano reduce los contaminantes atmosféricos nocivos. Los kits que convierten los anillos de fuego y los pozos existentes en quemadores de gas natural o propano están disponibles en las tiendas de hogar y patio.
Compruebe sus leyes locales
Algunos gobiernos locales han adoptado ordenanzas para restringir los fuegos recreativos en el patio trasero. Para más información, consulte con las autoridades locales.