«Toda la verdad» se abre en la sala del juzgado en la que se desarrollará la mayor parte de la película. Nos encontramos con un abogado llamado Ramsey (Reeves), que defiende a un viejo amigo de la familia llamado Mike (Gabriel Basso), que ha sido acusado de asesinar a su padre Boone (Belushi). Cuando la policía llegó a la escena, Mike estaba agachado sobre el cuerpo de su padre, hay una huella de la palma de la mano en el cuchillo que se parece a la suya, y podría decirse que hizo una confesión. Desde entonces ha guardado silencio. Zellweger interpreta a la madre de Mike; Mbatha-Raw consigue un papel totalmente ingrato como co-abogado de Ramsey.
En el transcurso del juicio, conocemos el lado oscuro de Boone, un hombre que podía ser abusivo tanto con su esposa como con su hijo. ¿Finalmente Mike se hartó de sus abusos? ¿Mató a su padre para proteger a su madre? Ramsey no tiene ni idea porque Mike no ha dicho ni una palabra sobre lo que pasó ese día. Al principio se insinúa que Mike estaba obsesionado con la resolución de crímenes, plantando la semilla de que tal vez haya algo más de lo que esperamos. Y entonces la película emplea una estructura de flashback que se convierte en su truco. Ramsey nos dice en una narración sobredimensionada -y a su co-consejero- que todos los testigos mienten. Así que vemos testimonios de testigos que omiten algo o mienten descaradamente, y luego vemos la verdad a través de un flashback. Por supuesto, todo culmina con varios giros en el acto final, el último de los cuales no tiene casi ningún sentido.
«Toda la verdad» está llena de frases sacadas del libro de jugadas de Grisham (como «No enseñan esto en la facultad de derecho») y su disfrute puede reducirse a lo que esté dispuesto a perdonar por el bien de un misterio legal. Hay todo un género de libros de bolsillo para el mercado de masas -solía llamarlos «libros de aeropuerto»- que funcionan perfectamente en la playa o en un vuelo largo, cuando el detector de mentiras se embota. El guión de «Toda la verdad» es un «libro de aeropuerto», aunque contiene incluso menos chispa y garra que la mayoría de ellos. Es un libro de números.