Túpac Amaru II. Dominio público.

Hace 236 años, el pasado mes de mayo, José Gabriel Condorcanqui -conocido como Túpac Amaru-, su esposa, la comandante Micaela Bastidas, Bartolina Sisa y otros héroes fueron vilmente asesinados por los «civilizados» españoles, deseosos de mantener las colonias americanas bajo el dominio de la Corona española para saquear sus riquezas.

La lucha de Túpac Amaru y las valientes tupamaristas fue una lucha política continental que sacudió las estructuras del colonialismo en América. Abogó por un cambio radical en las estructuras económicas, sociales y políticas, buscó la liberación del yugo español y dio su vida por sus ideales.

La lucha de Túpac Amaru y las valientes mujeres tupamaristas fue una lucha política continental que sacudió las estructuras del colonialismo en América.

Su sacrificio ayudó a cambiar el marco de dominación colonial y, finalmente, la independencia de América Latina. Pero no sólo eso: sus ideas perviven con creciente vitalidad.

Túpac Amaru fue el precursor de la independencia latinoamericana: 30 años después de su levantamiento, estalló la revolución americana. La revolución americana llegó en 1774, la francesa en 1789. Entre ambas, la historiografía oficial o católico-nacionalista no encuentra absolutamente nada que decir hasta las guerras de 1810 y 1824. Sin embargo, Boleslao Lewin, Rodolfo Kusch, José Carlos Mariátegui, Alcira Argumedo, Felipe Pigna y Enrique Dussel han ofrecido una visión diferente sobre la dimensión real de la rebelión de Túpac Amaru.

Túpac Amaru revisitado

La llamada primera independencia americana tuvo lugar de noviembre de 1779 a mayo de 1780. Los 7 meses iniciales de liberación se extendieron luego hasta 1784 por los líderes indígenas de Perú, el Alto Perú, Bolivia y el norte de Argentina, donde el contenido social de la rebelión fue acogido con entusiasmo por las diferentes comunidades.

Túpac Amaru fue el antecedente de la independencia latinoamericana: 30 años después de su levantamiento, estalló la revolución americana.

En esto consistía el programa social y libertario propuesto por Túpac Amaru:

1.La abolición de la esclavitud

3.La liberación de los esclavos, indígenas y mestizos de los talleres de explotación, del servicio público obligatorio y de los deberes del amo.

4.La restitución de todas las tierras ancestrales a sus legítimos dueños.

5.La redistribución de bienes y propiedades entre los más pobres.

6.La restitución del poder femenino y el respeto a la mujer.

7.La integración de todas las regiones para la liberación de los invasores.

8.La libertad e independencia de los pueblos de América para formar una nación indígena-mestiza-criolla sobre la base del reconocimiento y la armonía.

El proyecto político de Túpac Amaru, con la desobediencia total como eje, era integral, unitario e incluyente y encontró una respuesta positiva en muchos sectores. Su propuesta clave fue la creación de una nación indígena-mestiza-criolla en la que todos pudiéramos vivir y compartir en armonía, frente a la nación española-mestiza-criolla-británica, de corte europeo y basada en el exterminio permanente de los pueblos originarios.

El proyecto político de Túpac Amaru, con la desobediencia total como eje, fue integral, unitario e inclusivo y encontró una respuesta positiva en muchos sectores.

La siguiente es una de las proclamas públicas que Túpac Amaru hizo una y otra vez exigiendo la libertad e independencia de los pueblos de Abya Yala – es decir, de América:

«Yo, Don José I por la gracia de Dios, Inca, Rey del Perú, de Santa Fe (Bogotá), de Quito, de Chile, de Buenos Aires, y de los continentes de los Mares del Sur, Duque del Superlativo, Señor de los Césares y Amazonas con dominio sobre el gran Paititi, Comisario distribuidor de la divina misericordia, etc. Por cuanto se ha acordado repetidamente en las reuniones de mi Consejo, unas secretas y otras públicas, los Reyes de Castilla han usurpado mi corona y el poder sobre mi pueblo durante casi tres siglos, y han cargado a los vasallos con insoportables impuestos, tributos, aduanas, alcábalas, prohibiciones, catastros, diezmos, quintos, lanzas, virreyes, audiencias de corte, alcaldes y otros ministros, todos por igual en la tiranía, vendiendo y subastando la justicia a los que se adhieren a la fe según la cual las cosas deben ser de quien más paga y que es compartida por los empleados seculares y eclesiásticos por igual, sin temor a Dios, rompiendo como animales a los naturales del reino, quitando la vida a todos los que no saben robar, todo lo cual merece la más severa objeción. Esto, junto con los gritos que han llegado al cielo, es la razón por la que, en nombre de Dios Todopoderoso, ordenamos y mandamos que ninguna de dichas personas pague ni obedezca en modo alguno a los intrusos europeos… Ordeno que se repita y publique el juramento hecho a mi Real Corona en todas las ciudades, villas y lugares de mis dominios.»

Después de su victoria en Sangarará, Túpac Amaru no logró tomar el Cuzco, que estaba desguarnecido, y esto dio ventaja a las tropas españolas, que pudieron entonces rodearlo y atraparlo y matarlo junto a otros valientes combatientes.

El viernes 18 de mayo de 1781, fueron sacados de la cárcel de «La Compañía» las siguientes nueve personas, encadenadas y esposadas: José Verdejo, Andrés Castelo, Antonio Oblitas, Antonio Bastidas, Francisco Túpac Amaru, Tomasa Condemayta, Hipólito Túpac Amaru, Micaela Bastidas y José Gabriel Túpac Amaru. A las 12 del mediodía de ese día, tras presenciar la muerte de sus compañeros, Túpac Amaru fue ejecutado. Sus miembros fueron enviados a diferentes lugares como advertencia pública, mientras que el resto de sus cuerpos y el de Micaela fueron enviados a Picchu, donde fueron quemados y sus cenizas arrojadas a un arroyo.

El proyecto político de Túpac Amaru, que proclamaba la abolición de la esclavitud, los aranceles, el trabajo forzado de los indígenas y la dominación colonial de los pueblos americanos, era mucho más avanzado que los principios de las revoluciones americana y francesa. Por primera vez, a finales del siglo XVIII, proclamó la igualdad y la libertad real y efectiva de todos los pueblos de América mediante la abolición de toda forma de esclavitud y servidumbre, algo que ni George Washington, ni Napoleón, ni nadie se atrevió a plantear. Túpac Amaru, como principal impulsor de los derechos humanos, la igualdad, la libertad y la independencia de América, merece un sitial de honor junto a nuestros más grandes héroes.

Sólo la visión racista de la historiografía y la sociología latinoamericana -basada en el racismo estructural de nuestras sociedades, la supremacía racial mestiza-criolla impuesta por la invasión europea y expresada en consignas genocidas como «civilización o barbarie» y «orden y progreso»- puede tratar de ocultar la rebelión de Túpac Amaru como emancipación americana.

Túpac Amaru, como principal impulsor de los derechos humanos, la igualdad, la libertad y la independencia americana, merece un sitial de honor junto a nuestros más grandes héroes.

«Volveré y seremos millones»

A pesar del dolor abrumador de ver morir a sus seres queridos, de las torturas que sufrió y del terrible martirio que le esperaba, Túpac Amaru, con gran valor y dignidad, desafió una vez más a los criminales invasores españoles y antes de que el verdugo le cortara la lengua, dijo en kichwa y en castellano: «Tikrashami hunu makanakuypi kasha» – «Volveré y seremos millones».

La muerte de Túpac Amaru no fue el fin del espíritu libertario que representaba. Su ejemplo fue seguido por otros indígenas, su lucha trascendió los límites del virreinato y dejó su huella en toda América. Y hoy, más que nunca, su lucha y su pensamiento libertario continúan en cada uno de los líderes de las diferentes organizaciones de resistencia, los maestros, los dirigentes y los jóvenes que en este siglo, se enfrentan a estos gobiernos con falsos rostros revolucionarios progresistas que siguen siendo los fieles servidores de las políticas extractivas y genocidas de las grandes empresas transnacionales.

Hoy, más que nunca, su lucha y su pensamiento libertario continúan en cada uno de los dirigentes de las diferentes organizaciones de resistencia, los maestros, los dirigentes y los jóvenes.

A pesar de la aterradora represión, el grito libertario de Túpac Amaru se ha mantenido vivo todo este tiempo por muchos dirigentes que continúan en permanente resistencia. Para nosotros, él es un ejemplo de consecuencia y dignidad. Es un proyecto político que continúan cada una de las comunidades y nacionalidades de los pueblos indígenas, reunidos en organizaciones regionales como ECUARRUNARI, CONFENIAE, CONAICE y representados en la organización nacional CONAIE, la CAOI andina, y otras organizaciones magisteriales, juveniles, de mujeres y sindicales.

Aquí estamos los descendientes de Túpac Amaru, que por más de quinientos años no hemos dejado de luchar por nuestras tierras e ideas en busca de la libertad, la justicia y la democracia, frente a los falsos y mutilados «derechos humanos» que hoy pisotean quienes gobiernan al servicio de la acumulación de poder, riquezas y mercados, aquí estamos con nuestra firme lealtad y profundo compromiso moral e ideológico. Aquí estamos resistiendo y luchando, defendiendo los recursos naturales, nuestras tierras y territorios, por la soberanía alimentaria, una ley de semillas, la educación y la restitución de nuestros derechos.

Imamantak Tupak Amaru Makanakurka

1.Ñukanchik allpata kichushkamanta tikrachinkapak

2.Llaki wakcha kawsaypi runakunata rikushpa

3.Wiwa shina mitakunapi, obrajeskunapi, sinchi llankachishkamanta

4.Wayra apamushkakuna waktashpa ayllukunata charik yachashka wañuchinkakaman

5.Yaya Incakunapak sumak Inti Wasita wakllichinkapak kichuskamanta

6.Wayra apamushkakuna Inca shutita mana kusha nishkamanta

7.Abya Yalapi kawsak runakunata mana riksirina munashkamanta

8.Pay killkashkakunawan wayra apamushkakunata llaki llaki runa kawsayta allichiy nishka mana uyashkamanta

9.Sumak Warmikunata wakllichishkamanta.

10.Runakunapak

José Antonio de Areche, Mata Linares mishu, kay chunka pusak aymuray (1781) watapi, chawpi punchapi, Cusco Wakay panpapi wañuchirka…

Shinapish, Tukuy pachapi kaypimi kanchik…Kawsakunchirakmi… Kawsashunrakmi.

Por nuestra autodeterminación.

Este artículo fue publicado anteriormente por lalineadefuego.

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