Churchill había utilizado antes frases similares, como «Su sudor, sus lágrimas, su sangre» en 1931, y «nuevas estructuras de vida nacional erigidas sobre sangre, sudor y lágrimas».

La frase de Churchill, «No tengo nada que ofrecer sino sangre, trabajo, lágrimas y sudor», ha sido calificada como una paráfrasis de otra pronunciada el 2 de julio de 1849 por Giuseppe Garibaldi al reunir a sus fuerzas revolucionarias en Roma: «Ofrezco hambre, sed, marchas forzadas, batalla y muerte». De joven, Churchill había pensado en escribir una biografía de Garibaldi. Las circunstancias en las que Garibaldi pronunció ese discurso -con la República Romana revolucionaria abrumada y Garibaldi necesitando mantener la moral de sus tropas hacia una retirada muy peligrosa a través de los Apeninos- eran en cierto modo comparables a la situación de Gran Bretaña con Francia abrumada por la ofensiva alemana.

Theodore Roosevelt pronunció una frase similar a la de Churchill en un discurso en el Colegio de Guerra Naval de los Estados Unidos el 2 de junio de 1897, tras su nombramiento como subsecretario federal de la Marina: «Todo hombre entre nosotros está más capacitado para cumplir con los deberes y responsabilidades de la ciudadanía debido a los peligros sobre los que, en el pasado, la nación ha triunfado; por la sangre y el sudor y las lágrimas, el trabajo y la angustia, a través de los cuales, en los días pasados, nuestros antepasados avanzaron hacia el triunfo.» La frase de Churchill ha sido calificada de «cita directa» del discurso de Roosevelt. Es probable que Churchill, un hombre de madre estadounidense y un soldado entusiasta, haya leído obras de Theodore Roosevelt, que fue un historiador militar ampliamente publicado; también es posible que leyera el discurso después de ser nombrado Primer Lord del Almirantazgo, un cargo similar al de Roosevelt.

Otras versiones de la frase son «Se forja lenta y dolorosamente, eslabón a eslabón, con sangre y sudor y lágrimas» (Lord Alfred Douglas, 1919), «Millones de sangre, sudor y lágrimas» (Lord Byron, 1823), y «…mollifie/ It with thy teares, or sweat, or blood» (John Donne, 1611). En latín, Cicerón y Livio habían utilizado la frase «sudor y sangre».

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