Una mujer japonesa de 68 años que presentaba pérdida sensorial abdominal fue ingresada en nuestro hospital. Tres días antes del ingreso, la paciente experimentó una aparición repentina de dolor torácico inferior derecho y debilidad en ambas piernas, junto con alteraciones vesicales y rectales. Aunque el tacto y la propiocepción estaban intactos, la exploración física reveló un deterioro de la sensibilidad a los pinchazos y a la temperatura del abdomen y los muslos. En la resonancia magnética (RM), una imagen sagital ponderada en T2 (T2WI) indicaba una intensidad de señal anormalmente alta en la médula torácica, que se extendía de T5 a T10 y afectaba a los dos tercios anteriores de la médula (Figura 1A; flechas). Además, una T2WI axial reveló el clásico «signo del ojo de búho» que afectaba a la sustancia medular central-anterior (Figura 1B; flecha).1 Los síntomas clínicos de la paciente y los resultados de las imágenes coincidían con los del síndrome medular anterior. Aunque la etiología del síndrome era indeterminada, se sospechó de un infarto de la arteria espinal anterior sobre la base de sus características clínicas, como el inicio repentino de los síntomas.
El síndrome de la médula espinal anterior está causado por el daño o la obstrucción de la arteria espinal anterior, que proporciona el principal suministro de sangre a los dos tercios anteriores de la médula espinal.2 Este síndrome es poco frecuente, ya que sólo representa el 8% de todas las mielopatías, y se caracteriza por parálisis de las extremidades, pérdida sensorial disociada, disfunción intestinal y vesical, y dolor agudo localizado a nivel de la lesión medular.2 La etiología es variada e incluye el infarto, la vasculitis, la cirugía, la disección aórtica y el traumatismo agudo, mientras que sigue siendo poco clara en el 20%-30% de los pacientes.3 Los hallazgos típicos en la RM son las lesiones hiperintensas en la T2WI axial que demuestran la configuración de «ojo de búho».2 Este hallazgo en la RM también es poco frecuente, y sólo se han descrito unos pocos casos en la literatura. Nuestro caso es único porque el diagnóstico de la rara enfermedad se hizo con éxito sobre la base de los hallazgos clínicos y de imagen. El diagnóstico clínico del síndrome medular anterior es difícil de establecer; sin embargo, puede determinarse mediante un examen clínico cuidadoso apoyado por los hallazgos de la RM.