Rueda

Geografía

Los viñedos de Rueda se encuentran en las tierras altas y llanas, a unos 600 u 800 metros sobre el nivel del mar. De las 13.500 hectáreas que componen la superficie total de viñedo, 13.000 están plantadas con variedades blancas. Aproximadamente 11.300 hectáreas están dedicadas a la variedad Verdejo. Menos de 500 hectáreas están plantadas con variedades tintas.

Las principales zonas vitivinícolas de Rueda se encuentran dentro de las provincias de:

• Valladolid
• Ávila
• Segovia

Los suelos aluviales de color gris oscuro y marrón, ricos en cal, se encuentran en la depresión del río Duero en el norte de la región. Más al sur, los suelos se vuelven más pardos y arenosos, con una mezcla de guijarros y rocas. Los suelos pedregosos de Rueda carecen de la mayoría de los nutrientes, pero son ricos en minerales, como hierro, calcio y magnesio. Los vientos atlánticos atraviesan regularmente la meseta. La buena ventilación y el drenaje ayudan a que los suelos de grava de baja calidad sean fáciles de cultivar sin el uso de herbicidas o fungicidas.

Rueda tiene un clima continental. En cierta medida, está moderado por las influencias marítimas derivadas de su proximidad al mar Mediterráneo y al océano Atlántico. La zona recibe mucho sol y mínimas precipitaciones; está sujeta a inviernos largos y fríos, primaveras cortas y veranos secos y extremadamente calurosos, con algunas precipitaciones en otoño. La región corre el riesgo de sufrir heladas a finales de la primavera. El granizo, los vientos fuertes y la niebla helada también pueden amenazar los cultivos.

Rueda experimenta cambios drásticos de temperatura de hasta 50 grados en un día. Estas fluctuaciones ayudan a concentrar los sabores y a equilibrar el azúcar y la acidez de las uvas. En lugar de cosechar durante el intenso calor del día, las uvas de Rueda se cosechan a máquina por la noche, cuando las temperaturas son bajas. Este proceso evita que el sol oxide el mosto y preserva los compuestos aromáticos y de sabor de la fruta.

Historia

La producción de vino por parte de colonos locales y órdenes monásticas floreció en Rueda ya en el siglo XI, bajo el reinado de Alfonso VI. Los vinos de verdejo tuvieron éxito comercial hasta que la filoxera estuvo a punto de acabar con la uva en 1890. Cuando la región se recuperó, la atención se centró en los vinos a granel. Las vides de verdejo se sustituyeron por Palomino Fino, una uva de alto rendimiento que se utilizó como base para los vinos fortificados Palido y Dorado envejecidos en solitario. No fue hasta la década de 1970 que se buscó la calidad por encima de la cantidad, y la Verdejo comenzó a prosperar de nuevo.

Reconociendo el potencial de Rueda para los vinos blancos de calidad, Bodegas Marqués de Riscal -un productor conocido por sus tintos de Rioja- amplió sus operaciones a la región a principios de la década de 1970 con el objetivo de crear vinos blancos frescos y vibrantes cuya calidad pudiera compararse con sus vinos tintos de Rioja. Con la ayuda del profesor bordelés Émile Peynaud, el enólogo de Marqués de Riscal, Francisco Hurtado de Amézaga, se convirtió en un pionero en Rueda, incentivando a los viticultores a mantener sus viñedos de verdejo en lugar de dar paso a variedades más productivas o dedicarlos a otros cultivos. Los excepcionales vinos blancos elaborados por Marqués de Riscal en aquella época fueron el catalizador del resurgimiento de la verdejo en la región. El productor también impulsó el cultivo de Sauvignon Blanc, que ahora ocupa aproximadamente el 6% de los viñedos de Rueda.

En total, el 96% de los viñedos de Rueda están plantados con variedades blancas y el 87% de ellos cultivan Verdejo. También se produce un número mínimo de vinos tintos y rosados. La demanda de los verdejos frescos de Rueda ha superado el mercado de los vinos generosos de antaño, aunque algunos productores siguen sacando al mercado cantidades limitadas de estos vinos únicos. Algunos bodegueros también están probando a elaborar verdejos espumosos por el método tradicional.

La Denominación de Origen

La DO de Rueda se estableció en 1980. Inicialmente, la denominación sólo abarcaba los vinos blancos. Los tintos y rosados se añadieron al reglamento en 2008. No hay sub-denominaciones regionales en Rueda, aunque las diferentes zonas dentro de la denominación producen una variedad de calidades y estilos.

El Consejo Regulador es el consejo gubernamental que controla y regula las DO de España. Exige a los bodegueros de la DO Rueda que coloquen un sello de identidad, conocido como contraetiqueta, en las botellas de vino, indicando el origen de la uva, la añada y otros datos.

Se exigen contraetiquetas para:

Blancos

• Rueda (una nueva clasificación a partir de 2020 que, consolida las antiguas Rueda, Rueda Verdejo, y Rueda Sauvignon)
• Rueda Espumoso
• Rueda Dorado
• Rueda Palido

Rosés

• Rosado
• Rosado Espumoso

Rosés

• Tinto Joven
• Tinto Crianza
• Tinto Reserva
• Tinto Gran Reserva

Las principales variedades de uva

Los vinos de Rueda, aclamados internacionalmente, se elaboran casi exclusivamente con variedades blancas, y la mayoría de ellos son 100% verdejo. La región también produce un pequeño número de vinos tintos y rosados. En los últimos cinco años, Rueda ha producido aproximadamente 674.000 hectolitros de vino de media. Además, el rendimiento medio de los vinos blancos de Rueda en los últimos cinco años fue de 54 hectolitros por hectárea, en comparación con el blanco de la AOC Burdeos, que está limitado a 65 hectolitros por hectárea, y el blanco de la AOC Corton-Charlemagne de Borgoña, que está limitado a 58 hectolitros por hectárea.

Verdejo

Esta variedad autóctona es la uva más plantada en Rueda. Se cree que es hermana de la Godello. La Verdejo brota y madura pronto y tiende a ser resistente a la sequía pero muy susceptible al oídio. Las uvas tienen un color ligeramente dorado, que se cree que se debe al contenido de hierro de los suelos de Rueda. El verdejo produce vinos vivos y herbáceos, llenos de acidez. Su color puede oscilar entre el pajizo pálido y el amarillo. El verdejo clásico es aromático, con notas frutales, cítricas, de hueso, de flores blancas y de hinojo. En el final puede aparecer un toque característico de almendra amarga. Los estilos más frescos suelen estar fermentados en acero inoxidable y no tienen maceración.

Sauvignon Blanc

Esta variedad francesa se cultiva en Rueda desde su introducción por Marqués de Riscal en los años 70. Para ser etiquetado como Rueda Sauvignon, el vino debe contener un mínimo de 85% de Sauvignon Blanc. Esta uva francesa, muy aromática, es una variedad de maduración media que se adapta a los climas más fríos. En Rueda, aporta notas de frutas tropicales y muestra una buena mineralidad con un final largo. En las mezclas, la Sauvignon Blanc aporta a la Verdejo elementos afrutados y florales adicionales.

Viura

También conocida como Macabeo, esta variedad de piel gruesa brota y madura tarde. Se cultiva en Rueda desde los años 50, pero es autóctona del Penedès, en Cataluña. La Viura es la variedad blanca más plantada del norte de España. Cuando se mezcla con la Verdejo, aligera el cuerpo del vino y potencia la acidez.

Chardonnay

Aprobada para la producción de 2020, la Chardonnay se añadirá a la lista de uvas blancas cultivadas en Rueda. Muy adaptable a las diversas condiciones climáticas, es una uva versátil que transmite su terruño.

Viognier

La variedad muy aromática del sur de Francia encuentra un nuevo hogar en Rueda.

Palomino Fino

Nombrada en honor a uno de los caballeros del rey Alfonso X, esta variedad se cultiva en Rueda desde los años 30 del siglo pasado. Tiene una piel gruesa y brota a mitad de temporada pero madura tarde. Su acidez disminuye considerablemente a medida que envejece. La Palomino Fino se utilizaba históricamente en Rueda para crear vinos fortificados; ahora están prohibidas las nuevas plantaciones en la región.

Las uvas rojas que se incluyen en la DO Rueda son la Tempranillo, la Cabernet Sauvignon, la Merlot y la Garnacha. Los vinos rosados y espumosos de Rueda deben contener un mínimo del 50% de estas variedades tintas autorizadas.

Categorías de clasificación

Categorías de clasificaciónLa modernización de la viticultura con la ayuda de las ayudas europeas y las tecnologías más avanzadas para reestructurar los viñedos ha rejuvenecido la región vinícola de Rueda. Desde 2001, las plantaciones de viñedo no han dejado de crecer hasta casi duplicar la superficie (de 6.806 hectáreas a 13.500 hectáreas).

Y ahora, además de consolidar las categorías de blancos tranquilos de Rueda, las actualizaciones de la clasificación ampliarán las opciones para quienes quieran descubrir vinos que reflejen realmente la región. Las cinco principales categorías de clasificación a partir de 2020 son:

• Los «vinos tranquilos» deben utilizar al menos el 50% de las variedades principales (Verdejo o Sauvignon Blanc) y mantener al menos un 11% de graduación alcohólica.
• «Gran vino de Rueda» es una nueva categoría para los vinos producidos a partir de cepas de más de 30 años y con rendimientos inferiores a 6.500 kg por hectárea. Se distinguirán con una contraetiqueta única.
• «Vino de Pueblo» es una nueva clasificación que permite incluir el nombre del pueblo en la etiqueta para los vinos producidos a partir de uvas cultivadas en un 85% en esa zona.
• Dentro de la categoría de vinos generosos, «Dorado» se elabora a partir de Palomino Fino y/o Verdejo, con una graduación no inferior al 15%, un proceso de envejecimiento oxidativo y 2 años de crianza en barrica. «Rueda Palido», un vino elaborado tradicionalmente mediante crianza biológica, volverá al sistema de clasificación. El vino tendrá una graduación alcohólica igual o superior al 15% y se almacenará en barricas de roble durante al menos tres años antes de salir al mercado.
• Los vinos de aguja podrán incluir a partir de ahora la mención «Gran Añada» (cosecha excelente) cuando su elaboración, desde el prensado hasta el degüelle, supere los 36 meses. Estos vinos se etiquetarán por año de cosecha.

Además, se ha añadido la uva Syrah a la lista de uvas tintas permitidas, a partir de 2020.

¿Qué ocurre hoy en día en Rueda?

Rueda es una denominación bastante joven, con un número limitado de productores, pero ha experimentado un rápido crecimiento en popularidad durante la última década. La mayoría de los grandes grupos vinícolas españoles están representados en la región y el éxito comercial de la DO sigue atrayendo a nuevos inversores. Rueda representa aproximadamente el 40% de la cuota de mercado de la producción española de vino blanco con denominación de origen, y ocupa el tercer lugar, detrás de Rioja y Ribera del Duero, en cuanto a la producción total de vino con denominación de origen.

Décadas después de su renacimiento en los años setenta, Rueda está empezando a ver un cambio de guardia de una vieja generación de viticultores a una más joven. La viticultura ecológica y la agricultura sostenible, junto con el deseo inherente de proteger la tierra para el futuro, siguen siendo constantes. La región está viendo cómo las nuevas generaciones toman el relevo de los padres que les sirvieron de mentores, así como la llegada de bodegueros de otras regiones y países.

La mayoría de los vinos de Rueda se fermentan en acero inoxidable y siguen sin macerar, pero los bodegueros contemporáneos siguen ampliando los límites de los estilos de vino de la región mediante técnicas de vinificación experimentales. Algunos emplean levaduras naturales o métodos de fermentación en frío, mientras que otros fermentan los vinos en barricas de roble de distintos tamaños o utilizan fermentadores de hormigón con forma de huevo. La verdejo se utiliza en vinos dulces y espumosos con distintos grados de crianza sobre lías. Y al menos un productor está cultivando una pequeña cantidad de Malcorta y elaborando vino a partir de este raro y delicado clon de Verdejo que casi se había extinguido.

Aunque muchos de los viñedos de Rueda se han replantado en las últimas cuatro décadas, la región todavía posee una serie de parcelas de viñas viejas, incluyendo algunas viñas prefiloxéricas sobre sus propios portainjertos que tienen más de 150 años. Este tipo de viñedos antiguos se encuentran en la provincia de Segovia, donde las vides estaban protegidas de la filoxera por los suelos arenosos de la zona.

Estas vides, junto con los suelos y el clima único de Rueda, pueden producir naturalmente bajos niveles de cosecha de uvas de alta calidad. Algunos viticultores están tomando material genético de estas viejas cepas y lo están injertando en nuevas plantaciones.