Las carótidas son dos grandes arterias que van desde el corazón por la parte media del cuello hasta el cerebro, suministrando sangre oxigenada al cuello y a la cabeza; una en el lado izquierdo y otra en el derecho del cuerpo. El seno carotídeo (o bulbo carotídeo) es una zona dilatada de la arteria carótida, situada justo antes de que la arteria llegue al cerebro.
El seno carotídeo está bajo el control del sistema nervioso autónomo (SNA) y consta de varios receptores nerviosos para la barorregulación (regulación de la presión del cuerpo), lo que lo hace sensible a los cambios de presión de la sangre arterial a este nivel, provocados tanto por desencadenantes internos (médicos) como externos (estimulación manual).
Su objetivo principal es mantener la presión arterial y regular el flujo sanguíneo al cerebro, pero tiene la capacidad de causar efectos graves y/o letales para el cuerpo, debido a su alta sensibilidad; los síntomas incluyen arritmia cardíaca y paro cardíaco.
La mecánica detrás de esto es simple: Si el seno carotídeo detecta una presión sanguínea elevada, estimula el correspondiente bastón cerebral para reducir la velocidad del corazón, al menos hasta que la presión sanguínea baje.
Esto tiene el siguiente efecto (reflejo): La alteración del funcionamiento normal del corazón (bradicardia), disminuye el flujo sanguíneo al cerebro, lo que provoca hipoxia -disminución de la disponibilidad de oxígeno en el cerebro-. En este estado, la funcionalidad del cerebro comienza a disminuir. Vale la pena mencionar que el cerebro, uno de los órganos vitales del cuerpo, comienza a deteriorarse después de 4 a 6 minutos sin que se le suministre oxígeno, a veces de manera irreversible; ¡prolongar la deficiencia más puede ser fatal!
Los síntomas incluyen: disnea, pulso acelerado, sudoración, síncope y alteraciones mentales como el delirio o la euforia
Es evidente, por qué los que nos interesamos por el buceo -una actividad que se desarrolla en un entorno duro, como es el caso- debemos preocuparnos por la presión que se ejerce sobre esta zona sensible de nuestro cuello. El equipo de un buceador incluye capuchas ajustadas, cuellos de trajes de neopreno y, lo que es más importante, cuellos de trajes secos, todos los cuales deben ser elegidos, modificados o sustituidos, para que se ajusten perfectamente y no causen ninguna restricción!