Se ha sorprendido a ratones domésticos atacando y matando a aves marinas 300 veces más pesadas en una isla del Océano Atlántico Sur.
Hasta ahora se pensaba que los ratones domésticos (Mus musculus) suponían un riesgo mínimo para las aves de las islas. Ahora, las imágenes de vídeo exponen a los diminutos ratones domésticos cuando invaden los nidos de los polluelos y proceden a roer las plumas y la piel de los mismos antes de atiborrarse de sus entrañas.
El resultado es algo más que una historia de ratones poderosos que se vuelven malos; con tantos polluelos que mueren y no llegan a la edad adulta (una edad en la que pueden reproducirse), las poblaciones de aves de la isla pueden caer en picado.
Aunque las islas representan una pequeña fracción de la superficie terrestre de la Tierra, albergan un porcentaje relativamente grande de especies de aves. Desde el año 1600, más del 90% de las extinciones de aves se han producido en especies insulares, afirman los autores del nuevo estudio.
Muchas de las extinciones se han achacado a mamíferos invasores, sobre todo ratas. Por ello, los esfuerzos de conservación se han centrado en erradicar las ratas no nativas de dichas islas. En cambio, se ha considerado que los ratones no suponen una amenaza para las aves marinas y se les ha dejado poblar las islas a veces sin la competencia de sus parientes las ratas.
Ese es el caso de la isla de Gough, en el Atlántico Sur, donde los ratones son los únicos mamíferos introducidos. Resulta que es una receta morbosa para las aves locales.
Ataques de ratones
Entre enero y septiembre de 2004, Ross Wanless, de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), y sus colegas supervisaron 300 nidos de albatros de Tristán (Diomedea dabbenena). Examinaron a los polluelos en busca de heridas unas tres veces al mes y los filmaron con una grabadora de vídeo por infrarrojos.
También vigilaron y grabaron en vídeo a tres pardelas grandes (Puffinus gravis) y a 60 polluelos de petrel del Atlántico (Pterodroma incerta).
Los ratones fueron captados en vídeo royendo y a menudo matando a los polluelos vivos de las tres especies de aves. Un vídeo mostraba hasta 10 ratones mutilando a un polluelo de albatros y comiendo de tres heridas abiertas en su cuerpo.
Los científicos describen un ataque brutal para ilustrar el hallazgo de que los polluelos no parecían luchar contra los atacantes. «Ningún polluelo mostró respuestas de comportamiento apropiadas a los ataques, a pesar de que los ratones habían comido a través de la pared del cuerpo de un polluelo de albatros filmado y estaban consumiendo el contenido de la cavidad abdominal del polluelo», escriben en un informe de la investigación publicado en la revista Biology Letters.
A finales de septiembre de 2004, 100 de los 256 polluelos de albatros monitorizados habían muerto. Antes de los ataques de los ratones, todos los polluelos estaban aparentemente sanos, lo que sugiere que los matones de los roedores no tenían como objetivo a los individuos débiles o enfermos.
Conservación de las aves
Al final del estudio, los investigadores calcularon un éxito reproductivo de sólo el 27 por ciento para los albatros, algo «sin precedentes» para esta especie. Normalmente, entre el 60% y el 70% de los pollos sobreviven.
Los ratones también causaron estragos en los pollos de petrel atlántico tan pronto como salieron del cascarón en julio de 2004, y en septiembre de 2004, sólo 20 de los 60 pollos monitorizados seguían vivos.
Los científicos especulan que en las islas en las que los ratones domésticos son sólo una parte de una red de especies invasoras, incluidas las ratas, suponen una menor amenaza para las aves marinas en comparación con los depredadores más grandes. Pero en seis islas donde los ratones domésticos son los únicos mamíferos invasores, dijo Wanless, los científicos deben estudiar los efectos de los ratones en el éxito de la reproducción de las aves marinas.
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