Nunca falla. Incluso si te cepillas todos los días, después de cada comida, y utilizas el hilo dental como si fuera tu trabajo, tus dientes siguen teniendo que soportar lo que parece una cantidad desmesurada de raspado una vez que estás en la silla del dentista. Esto se debe, en parte, a que el cepillado -incluso en grandes cantidades- a menudo no es suficiente para prevenir la placa y las manchas.
Pero esa bandeja llena de aterradores instrumentos que exigen toda tu atención durante tu examen dental no está ahí sólo para torturarte (de verdad). Su higienista dental tiene esta variedad de herramientas con las que raspar, hurgar y pinchar en sus dientes para ayudarlos de maneras que el cepillado no puede, y al menos una de esas herramientas – el escalador dental – se puede utilizar en casa entre las visitas, también.
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Un escalador dental es un dispositivo de mano que tiene un extremo metálico en forma de gancho o cuchilla curvada. Aunque puede parecer un instrumento lujoso y de nivel profesional, un escalador se puede comprar en línea o en la mayoría de las tiendas minoristas (a menudo empaquetado con otra herramienta de cuidado oral, como un pico dental) por menos de 10 dólares . El uso de un raspador dental puede añadir algo de tiempo a su rutina típica de cepillado y uso del hilo dental, pero también es una forma eficaz de mantener sus dientes libres de placa y manchas, si lo utiliza correctamente.
Para asegurarse de que está manejando su raspador dental de la forma correcta, imagine el movimiento de raspar la nieve del escalón delantero de una casa: está utilizando el borde largo y plano de una pala para raspar la superficie. Del mismo modo, querrá raspar el borde largo de la hoja del raspador a lo largo de la superficie de cada diente, desde justo por encima o por debajo de la línea de las encías hacia el final del diente. Asegúrese de enjuagar el raspador después de limpiar cada diente, ya que la placa y los residuos pueden acumularse en él.
Aunque le costará acostumbrarse al movimiento, el uso de un raspador dental puede convertirse en una parte habitual de su rutina de cuidado bucal, aunque no es algo que deba hacer a diario. Sin embargo, requiere precaución y paciencia, y puede no ser adecuado para todo el mundo. Un raspado demasiado brusco puede dañar el esmalte de los dientes o cortar las encías. Habla primero con tu dentista si estás pensando en utilizar un raspador dental en casa, y consulta la siguiente página para obtener mucha más información sobre el cuidado bucal.
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