Si ha asistido a una exposición canina, probablemente habrá notado que los jueces revisan los dientes de los perros. ¿Se ha preguntado alguna vez qué es lo que buscan? ¿Están comprobando si los perros se han pasado el hilo dental?
Cuando los jueces miran los dientes de un perro, en realidad están evaluando la oclusión del perro, también conocida como su mordida para asegurarse de que cumple el estándar de la raza. La oclusión se refiere a la forma en que los dientes superiores e inferiores se alinean, o más específicamente, la forma en que encajan.
Una maloclusión se produce cuando los dientes no encajan correctamente cuando la boca está cerrada. Una maloclusión puede deberse a que los dientes están colocados de forma anormal (maloclusión dental), o a que los maxilares están mal alineados (maloclusión esquelética).
Tipos de maloclusiones
- Las maloclusiones de clase 1 se producen cuando los maxilares superior e inferior están alineados (es decir, no hay submordida ni sobremordida) pero los dientes no se juntan correctamente debido al apiñamiento, la desalineación o la rotación.
- Las maloclusiones de clase 2 también se conocen como sobremordida. Una sobremordida se produce cuando los dientes maxilares (mandíbula superior) están desplazados hacia delante en relación con los dientes mandibulares (mandíbula inferior).
- Las maloclusiones de clase 3 también se conocen como submordida. Una submordida se produce cuando los dientes mandibulares (mandíbula inferior) sobresalen hacia adelante en relación con los dientes maxilares (mandíbula superior).
Causas de la maloclusión
La maloclusión en los perros suele ser hereditaria, lo que significa que la condición se transmite a las generaciones futuras. Las maloclusiones son comunes en ciertas razas de perros. Por ejemplo, las maloclusiones de clase 3 (submordidas) se ven comúnmente en razas braquicéfalas como los Bóxer, Shih Tzus, Bulldogs y Pugs.
Diagnóstico de la maloclusión
Durante el examen anual de su perro, su veterinario revisará los dientes y la mordida de su perro (otra razón por la que los exámenes anuales son tan importantes). Si su cachorro está desarrollando algún problema de alineación, su veterinario puede sugerir la realización de radiografías dentales e incluso puede remitir a su cachorro a un dentista veterinario para corregir cualquier maloclusión grave antes de que se convierta en un problema.
¿Por qué debería preocuparse por la maloclusión?
¿Y qué si los dientes de su perro no son perfectos? Después de todo, no es un modelo de pasta de dientes. Pues bien, las maloclusiones no son sólo una cuestión estética. Algunos tipos de maloclusiones pueden causar dificultades o molestias al comer o masticar. Algunas maloclusiones causan traumatismos en las encías, el paladar, las mejillas y otros dientes, y provocan una acumulación excesiva de sarro y cálculo. De hecho, en medicina veterinaria, las maloclusiones sólo se tratan si causan dolor o problemas al masticar, no por razones estéticas. Los perros con una sonrisa torcida siguen siendo adorables
Tratamiento de la maloclusión
Afortunadamente, no todas las maloclusiones requieren tratamiento y algunas incluso se consideran normales para determinadas razas. Las maloclusiones que no causan molestias o problemas para comer no requieren ningún tratamiento. Las maloclusiones sintomáticas se benefician de la detección y el tratamiento tempranos para evitar el dolor, la dificultad para comer y otras complicaciones. El tratamiento depende del tipo de maloclusión y puede implicar una ortodoncia interceptiva para mover los dientes, acortarlos o extraerlos. Asegúrese de llevar a su perro al veterinario cada año para que le revise los dientes y se asegure de que no tiene problemas con su dentadura y su mordida.
Para obtener más información sobre las maloclusiones en los perros, hable con su veterinario o vaya al sitio web del American Veterinary Dental College.