He estado enseñando el ensayo de James Baldwin «Notas de un hijo nativo» en diferentes tipos de aulas durante casi veinte años. Como material para la contemplación de América y de los americanos, del pasado, del presente y del futuro, es inagotable. Como modelo para escritores, o para cualquiera que intente comprender y comunicar una comprensión compleja de un mundo complejo, representa un reto imposible y necesario.

El tema del ensayo son unos días en Harlem en el verano de 1943 cuando, en rápida sucesión, muere el padre de Baldwin, nace el último hijo de su padre y, a continuación, en el momento del funeral, estalla un «motín racial» (en palabras de Baldwin). Un nuevo bebé, un funeral, una explosión en respuesta a la larga historia de violencia racista en Estados Unidos: todo está ocurriendo al mismo tiempo, en su alma, en su familia, en su comunidad y ciudad y en su nación. El ensayo de Baldwin comienza como un esfuerzo por comprender el impacto del racismo americano en la vida de su padre, el significado de la vida de su padre, y florece en su pensamiento sobre su propia vida, y sobre cómo enfrentarse al mundo injusto y vivir dentro de él.

Intento enseñar el ensayo, como grupo, caminando dentro y a través de él, lentamente. Para mí, la experiencia consiste en perderse en la habitación oscura del mundo, pero luego ver cómo se iluminan las cuestiones esenciales y las vívidas descripciones de la experiencia individual y colectiva de los negros estadounidenses -el dolor, la ira, el asombro y el amor, la vida y la muerte- y se ordenan como si fueran vidrieras.

Me encanta el ensayo por sus cualidades formales: su envolvente retrato de una interioridad vital vulnerable, su intrincado movimiento circular, su insistencia en la apertura y la paradoja, su prosa escandalosamente fluida. Creo que es importante ver que la riqueza formal y la belleza del ensayo no están reñidas con la urgencia de las preguntas y la verdad sobre el daño simple y complejo que los racistas y el racismo causan al cuerpo y al alma. La belleza del ensayo es la luz que brilla a través de las preguntas y las verdades para iluminarlas, para ayudarnos a verlas mejor, para ayudarnos a trazar su estructura en el mundo y, a través de esa comprensión, a vivir más plena y justamente.

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