Para examinar este mito sobre el efecto hidratante de los refrescos, hay que empezar por analizar qué los compone. Esencialmente, los refrescos son casi en su totalidad agua carbonatada. Así que esto plantea la pregunta: ¿El agua carbonatada hidrata igual o casi igual que el agua? ¿Podría esto ser la fuente de alguna deshidratación?

El simple acto de añadir carbonatación al agua es meramente estético, y no afecta a cómo se procesa el agua en su cuerpo. Su cuerpo elimina fácilmente la carbonatación, y se queda sólo con el agua.

¿Y qué más hay en los refrescos? El siguiente gran ingrediente de los refrescos es el azúcar. A diferencia de la carbonatación, el alto contenido de azúcares retrasa la hidratación. Su cuerpo necesita más tiempo para procesar estos azúcares, y por lo tanto dedica algo de agua de otros lugares en su cuerpo para descomponer el azúcar. Dicho esto, el efecto es más bien mínimo. Por ejemplo, el Gatorade. Se enorgullece de ser una de las mejores maneras de hidratarse, así como de añadir electrolitos a su cuerpo. Sin embargo, Gatorade también tiene un contenido muy alto de azúcar. Dependiendo de la marca, Gatorade puede ser tan azucarado como un refresco. Pero por el bien de la discusión, consideremos los refrescos de dieta. No hay azúcar en los refrescos dietéticos, sólo edulcorantes químicos que han demostrado no tener ningún efecto sobre la hidratación (demostrado a través de estudios de agua con sabor bajo en calorías y sin calorías).

¿Podría la deshidratación provenir de la concentración de sodio en los refrescos? La respuesta aquí es un simple no. El sodio ayuda al cuerpo a retener agua y a mantenerse hidratado. Sin embargo, los refrescos son fuentes muy débiles de sodio, por lo que cualquier efecto en cualquier sentido es prácticamente inexistente.

Pero todavía hay un gran elefante en la habitación cuando se trata de refrescos, y es el contenido de cafeína. Durante años, los expertos decían que la cafeína actuaba como un diurético en el cuerpo, haciendo que se orinara más líquido y, por tanto, se estuviera menos hidratado. Sin embargo, estudios del mundo real han demostrado que la cafeína sólo tiene un efecto diurético leve, similar al del agua simple.

Pero lógicamente, es obvio que el refresco no te deshidrataría. Para que un líquido te deshidrate, tendría que eliminar más de ti de lo que añades al beber el líquido. Así que veamos la Coca-Cola Light, por ejemplo. Tiene 45 mg de cafeína por cada 12 onzas. Para que la coca dietética tenga un efecto deshidratante, 45 mg de cafeína tendrían que eliminar más de 12 onzas de agua de su cuerpo. Esto es obviamente incorrecto. Para demostrarlo, veamos un café de 12 onzas de Starbucks, que contiene 260 mg de cafeína, es decir, unas 6 veces más que una Coca-Cola Light del mismo tamaño. Si la cantidad de cafeína de una coca-cola light es capaz de deshidratarle, imagine lo que le haría el café. Si esto fuera cierto, entonces perderías 60 onzas de agua por cada taza de café. Eso significa que por cada dos cafés que bebas, la cafeína eliminaría un galón de agua de tu cuerpo. Todo el mundo conoce a esa persona que bebe más de 10 tazas de café al día y, sin embargo, no la ves orinando más de 5 galones de agua. Obviamente el argumento de que los refrescos realmente te deshidratan es ridículo.

Creo que lo que la gente quiere decir es que los refrescos simplemente no te hidratan tanto como el agua pura. Esto es probablemente cierto. El contenido de cafeína combinado con el azúcar podría disminuir un poco el efecto hidratante. Dicho esto, es ignorante afirmar que los refrescos te deshidratan. En realidad, el efecto hidratante del refresco dietético comparado con el del agua es tan poco diferente que no tiene sentido distinguirlos. De hecho, dado que es más probable que la gente beba mayores cantidades de refresco que de agua debido a su buen sabor, el refresco suele permitir que la gente se hidrate mejor que el agua pura.

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