Cuando las temperaturas invernales bajan peligrosamente y su sistema de calefacción deja de funcionar, es posible que tenga la tentación de encender la estufa para calentarse. Aunque su cocina no fue diseñada para calentar la casa, utilizarla en una situación desesperada suena plausible, ¿verdad? Pues no. Este acto no sólo sería ineficaz, sino que también podría poner en peligro su seguridad. Aquí hay algunas razones por las que su estufa nunca debe ser utilizada para calentar la casa.

Es improductiva

Aunque estar cerca de la estufa puede darle calor temporal, el diseño de la unidad hace que sea un sustituto ineficaz de la calefacción central. Dado que sólo calienta los elementos que se encuentran sobre ella o cerca de ella, no puede hacer circular suficiente aire caliente para calentar su vivienda. Para calentar una habitación o un apartamento pequeño, un calefactor tiene más sentido. Son relativamente baratos y hacen un excelente trabajo generando suficiente calor para pasar hasta que su calentador pueda ser reparado. Dependiendo del tamaño de su casa, es posible que necesite dos o tres unidades, pero estar preparado durante una emergencia siempre es mejor que buscar una solución rápida cuando ocurre un desastre.

Es peligroso

Aunque el funcionamiento de un horno eléctrico no supone un riesgo de monóxido de carbono como el de un horno de gas, sigue sin ser seguro. Dependiendo de la temperatura que utilice, dejar el horno encendido demasiado tiempo puede fundir los diales de temperatura. Y lo que es más grave, cuanto más tiempo funcione una cocina eléctrica sin vigilancia, mayor será la posibilidad de que se produzca una avería eléctrica y un posible incendio. Por no hablar de que el coste del funcionamiento de una estufa eléctrica palidece en comparación con el de un calefactor. ¿Por qué no proteger su cartera junto con su hogar?

Otro riesgo de tener una estufa encendida continuamente es el peligro que supone para los niños y las mascotas. No sólo un niño pequeño o un gato podría tocar por error el elemento calefactor, sino que algo podría caer sobre su superficie y prender fuego. En resumen, las superficies calientes expuestas nunca son un plan sólido.

Pensamientos finales

Su estufa está ahí para cocinar. Si quiere mantenerse caliente este invierno, considere la posibilidad de invertir en ropa de abrigo adecuada y en unos cuantos calefactores. Mejor aún, tenga a mano una empresa de climatización de confianza para que evalúe su sistema antes de que bajen las temperaturas o solucione cualquier problema que surja sin previo aviso. Pero haga lo que haga, no intente calentar su casa con una estufa eléctrica (o de gas). Los riesgos superan con creces los beneficios.

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