La manipulación bajo anestesia (MUA) es un procedimiento no invasivo para tratar el dolor crónico que no se puede controlar con otros métodos. La MUA está diseñada no sólo para aliviar el dolor, sino también para romper el exceso de tejido cicatricial. El tejido cicatricial se acumula con frecuencia después de la cirugía ortopédica, impidiendo el movimiento de los tejidos blandos y las articulaciones, por lo que la MUA es muy valiosa para restablecer la amplitud de movimiento óptima. Antes de someterse a la MUA, el paciente suele someterse a una serie de exámenes que incluyen pruebas de imagen y de laboratorio. Estas pruebas son necesarias para identificar con precisión la zona a intervenir y garantizar que el paciente pueda beneficiarse del procedimiento. La MUA puede ser realizada por diferentes tipos de profesionales médicos, pero sólo por aquellos que han estudiado la MUA y han recibido una certificación en la técnica.
Razones para la MUA
Aunque puede utilizarse ocasionalmente para aliviar el dolor agudo, la MUA se recomienda con mayor frecuencia para pacientes que sufren problemas musculoesqueléticos crónicos de espalda, hombro y rodilla. Cuando los tratamientos más conservadores no han resuelto el problema, la MUA puede considerarse para las siguientes afecciones:
- Dolor musculoesquelético crónico
- Degeneración o hernia discal espinal
- Síndrome de dolor miofascial
- Tortícolis infantil
- Espasmos musculares crónicos.
- Articulaciones congeladas o rango de movimiento restringido
- Dolor continuo o ROM limitado después de una cirugía ortopédica
- Compresión nerviosa debido a la formación de adherencias
- Síndrome posttraumático/de latigazo cervical
- Atrapamiento nervioso
- Cirugía espinal fallida
Las ventajas de la MUA implican el hecho de que el cuerpo del paciente puede ser manipulado terapéuticamente hasta un grado que sería demasiado doloroso si el paciente no estuviera anestesiado.
El procedimiento MUA
La MUA es un tratamiento multidisciplinar, realizado por al menos dos especialistas colaboradores en un entorno quirúrgico ambulatorio. Los profesionales que participan, incluyendo cirujanos ortopédicos, quiroprácticos, osteópatas y anestesistas, deben tener certificación en MUA. La MUA se administra para mejorar el movimiento articular y de los tejidos blandos mediante técnicas de liberación controlada, manipulación miofascial y movilización. Toda esta manipulación se lleva a cabo mientras el paciente está sedado utilizando cuidados anestésicos monitorizados (MAC). El paciente puede estar bajo anestesia general, anestesia local administrada mediante inyecciones espinales o puede ser sedado por vía intravenosa.
El procedimiento de MUA varía en duración dependiendo del número de zonas del cuerpo que se traten. Durante el tratamiento, las articulaciones del paciente se articulan artificialmente y se someten a sus rangos completos de movimiento y se estiran las extremidades. Los estiramientos repetitivos de baja intensidad suelen ayudar a romper el tejido cicatricial interno. Sin embargo, en algunos casos, pueden realizarse estiramientos de alta velocidad de impulso para romper las barreras al movimiento. A medida que se rompe el tejido cicatricial, se reduce la restricción articular y se estiran las fibras musculares, con lo que aumenta la amplitud de movimiento. En algunos casos, el paciente vuelve a someterse al procedimiento otro día. La MUA puede repetirse hasta cuatro veces si es necesario para obtener el máximo beneficio.
Rehabilitación después de la MUA
Después del procedimiento de MUA, el paciente experimentará un aumento inmediato de la movilidad, pero probablemente se sentirá agotado y dolorido. Esto se debe a que durante la MUA el cuerpo se somete a una sesión de ejercicio extenuante, aunque el ejercicio sea pasivo, realizado por otras personas. La rehabilitación debe comenzar lo antes posible después de la MUA, normalmente entre una semana y 10 días, con un programa de fisioterapia adecuado a cada paciente. Los programas de rehabilitación suelen incluir electroestimulación, ultrasonidos, calentamiento y masaje, así como ejercicios de fisioterapia. En muchos casos, la rehabilitación también incluirá el uso de una máquina de movimiento pasivo continuo (CPM) y un tratamiento de crioterapia.
Contraindicaciones para la MUA
Aunque la MUA puede ser extremadamente beneficiosa, hay ciertos pacientes que no deberían recibir este tratamiento. Esto incluye a los pacientes que tienen una edad avanzada, que han tenido un accidente cerebrovascular y los que tienen:
- Osteoporosis
- Cáncer óseo o de otro tipo
- Diabetes no controlada
- Enfermedad cardíaca o hipertensión no controlada
- Artritis aguda artritis inflamatoria
- Infección por estreptococo o estafilococo
- Fractura ósea
En el caso de pacientes que hayan tenido fracturas por compresión previas, deben evitarse las zonas afectadas durante el tratamiento.