Limpiando Grafitis en Houston
Houston trata el vandalismo de grafitis como un crimen, no una broma. Si te pillan pintarrajeando la propiedad, espera enfrentarte a las consecuencias legales. También hay sanciones para cualquier persona que contribuya al delito, ya sea el padre de un infractor o el propietario de un negocio.
–> Vea la Ordenanza de Destrucción Visual de la Ciudad de Houston (se abre en una nueva ventana)
LEYES ESTATALES
El Código Penal de Texas §28.0 hace que sea un delito hacer intencionalmente o a sabiendas marcas con pintura en aerosol, marcadores o dispositivos de grabado en la propiedad tangible sin el consentimiento del propietario. Las marcas pueden incluir inscripciones, lemas, dibujos o pinturas. Las sanciones se imponen en función del importe de la pérdida sufrida por el propietario y pueden ir desde multas de hasta 2.000 dólares y/o confinamiento de hasta 180 días, hasta multas de 10.000 dólares y/o confinamiento de 5 a 99 años.
CONSECUENCIAS SOCIALES DEL GRAFFITI
En las dos últimas décadas, el graffiti se ha convertido en un problema creciente para muchas ciudades de Estados Unidos. Al hablar de las consecuencias del vandalismo de los grafitis, los científicos sociales y los asesores económicos suelen referirse a la teoría de «la ventana rota». Esta teoría establece una conexión entre la aparición de grafitis y la percepción por parte de los residentes de una disminución de la calidad de los servicios. Estas percepciones tienen numerosas consecuencias negativas en las comunidades.
La conexión inconsciente entre los grafitis y los delitos más graves hace que disminuyan los valores de las propiedades, el crecimiento de los negocios y el turismo. Los grafitis también atraen otras formas de delincuencia y criminalidad callejera a la zona, sustituyendo poco a poco el sentimiento de propiedad y seguridad del vecindario por el miedo, la ansiedad y la frustración.
En los últimos años, los grafitis se han extendido de las zonas urbanas a las comunidades rurales y suburbanas. Las ciudades de todo el país gastan miles de dólares cada año para limpiar los grafitis. Las consecuencias sociales y económicas del vandalismo de los grafitis demuestran la necesidad de programas de reducción.