Bangkok (Tailandia) – Las presas de la corriente principal del bajo Mekong representarían una nueva e importante amenaza para la supervivencia del siluro gigante del Mekong, uno de los peces de agua dulce más grandes y raros del mundo, según un nuevo estudio encargado por WWF.
El estudio arroja nueva luz sobre la situación de esta esquiva especie, incluyendo datos sobre su número, distribución, amenazas y medidas necesarias para evitar su desaparición. Aunque se desconoce el tamaño exacto de la población, podrían quedar tan sólo un par de centenares de peces adultos del bagre gigante del Mekong.
Según el estudio, la presa de Xayaburi, situada en la corriente principal del Mekong, en el norte de Laos, se convertiría en una barrera infranqueable para el bagre gigante migratorio -que puede alcanzar los tres metros de longitud y pesar hasta 300 kg- y corre el riesgo de llevar a la especie a la extinción.
«Un pez del tamaño de un siluro gigante del Mekong sencillamente no podrá nadar a través de una gran barrera como una presa para llegar a sus zonas de desove río arriba», dijo el autor del estudio y profesor de investigación asociado de la Universidad de Nevada, el Dr. Zeb Hogan.
«Estos titanes de los ríos necesitan grandes tramos de agua ininterrumpidos para migrar, y unas condiciones específicas de calidad del agua y de caudal para desplazarse a lo largo de sus ciclos vitales de desove, alimentación y cría.»
Especies en franco declive
El número de bagres gigantes del Mekong ya está en franco declive debido a la sobrepesca, la destrucción del hábitat y las presas en los afluentes del Mekong. En el río Mun, el mayor afluente del Mekong, una presa ya bloquea las migraciones del siluro gigante del Mekong y ha aislado el río Mun del resto de la cuenca del Mekong. El estudio afirma que la controvertida presa de Xayaburi podría interrumpir e incluso bloquear el desove, y aumentar la mortalidad si los peces pasan por las turbinas de la presa.
«Es probable que el siluro gigante del Mekong utilice el tramo de río de la presa de Xayaburi como corredor de migración, y que los peces adultos pasen por esta zona en su migración desde las zonas de cría de la llanura de inundación hasta los lugares de desove río arriba», añadió el Dr. Hogan. «También es posible que el siluro gigante desove en la zona en la que ahora se encuentra la presa».
Los ministros de Medio Ambiente y Agua habían acordado en la reunión de la Comisión del Río Mekong en 2011 retrasar la decisión sobre la construcción de la presa de Xayaburi a la espera de más estudios sobre sus impactos ambientales. Este acuerdo se anuló el pasado mes de noviembre cuando Laos decidió seguir adelante con la construcción.
Los pasos de peces de la presa no están probados
Las críticas al proyecto de Xayaburi, de 3.500 millones de dólares, han ido en aumento y se centran en las graves carencias de datos y en que no se han tenido en cuenta plenamente los impactos de la presa, sobre todo en lo que respecta a la pesca y los flujos de sedimentos.
Pöyry, la empresa finlandesa que asesora a Laos en la construcción de la presa, argumenta que pueden construirse «pasos para peces» que les permitan pasar las turbinas de la presa y nadar río arriba y río abajo. Pero esta afirmación nunca se ha llevado a la práctica con éxito.
«No se puede esperar que las escaleras para peces funcionen sin conocer las especies a las que se dirigen, sus capacidades de natación y la corriente de agua que atraerá a estos peces hacia la entrada del paso», dijo el Dr. Eric Baran, del Centro Mundial de Peces. «El siluro gigante del Mekong estuvo antaño ampliamente distribuido por la cuenca del río, posiblemente hasta Myanmar y el suroeste de China, y fue relativamente abundante hasta principios del siglo XX. Desde entonces, su número ha caído en picado y la especie se limita ahora al Mekong y sus afluentes en Camboya, Laos y Tailandia.
Las cifras de capturas también ofrecen una evidencia aleccionadora del declive de la especie, con un número que ha pasado de miles de peces a finales de la década de 1880, a docenas en la década de 1990, y sólo unos pocos en los últimos tiempos. A pesar de las leyes vigentes en Tailandia, Laos y Camboya para regular la pesca del siluro gigante del Mekong, con la prohibición de pescar la especie en Tailandia y Camboya, la especie se sigue pescando ilegalmente y se captura accidentalmente en pesquerías dirigidas a otras especies.
«Las capturas deben ser controladas para asegurar que el siluro gigante del Mekong no está siendo capturado ilegalmente por los pescadores», añadió el Dr. Hogan. «También deben controlarse las capturas accidentales, ya que son una de las mejores y únicas fuentes de información sobre la distribución, el ciclo vital y la abundancia de este gigante de río».
Se necesitan esfuerzos urgentes para salvar a la especie
El estudio identifica medidas clave para evitar la desaparición del gigante de río, incluyendo esfuerzos urgentes para salvaguardar los corredores migratorios y el hábitat crítico, y una mayor cooperación internacional, como la planificación de la gestión en toda la cuenca, ya que la especie se da en un río internacional y cruza las fronteras de los países para completar su ciclo vital.
«El siluro gigante del Mekong simboliza la integridad ecológica del río Mekong porque la especie es muy vulnerable a la presión pesquera y a los cambios en el entorno fluvial. Su estado es un indicador de la salud de todo el río, y su recuperación es una parte importante de la gestión sostenible de la cuenca del Mekong», dijo el Dr. Lifeng Li, Director del Programa Mundial de Agua Dulce de WWF.
«El siluro gigante del Mekong puede salvarse, pero hará falta un nivel de compromiso de todos los países del bajo Mekong, así como de las organizaciones internacionales y los donantes, que actualmente no existe.»