Las cosas pueden salir mal fácilmente durante el sexo.
Aleación Entretenimiento
  • Aunque el sexo puede ser divertido, las cosas también pueden salir mal a toda prisa.
  • Las lesiones en el sexo no son infrecuentes, pero pueden evitarse tomándoselo con calma.
  • Desde desgarros o roturas hasta tensión en el suelo pélvico, estas son las lesiones sexuales más comunes y cómo puedes evitarlas.

El sexo es muy divertido, pero a veces, las cosas pueden salir mal. Sí, estamos hablando de lesiones en el sexo: pueden ocurrir, y por desgracia, a veces ocurren, y no sólo son incómodas, también pueden doler mucho. Aquí están las lesiones sexuales más comunes y cómo pueden (¡esperemos!) ser evitadas.

Pero lo primero es lo primero: el sexo implica tus genitales, por supuesto, y no importa qué tipo de genitales tengas, si las cosas no están bien alineadas, no estás bien lubricado o estás en una posición que se mueve repentinamente, entonces las cosas pueden ir mal a toda prisa. Aunque los genitales humanos están hechos de un tejido bastante resistente (después de todo, los genitales femeninos y los órganos reproductores están diseñados para soportar el nacimiento de un bebé de más de dos kilos), sigue siendo una zona sensible y puedes hacerte daño. He aquí algunas de las lesiones más comunes que debes tener en cuenta la próxima vez que disfrutes de un momento de intimidad con tu pareja (o contigo misma).

Rayas o desgarros

El Dr. Michael Ingber, especialista en urología y medicina pélvica femenina y cirugía reconstructiva, señala que hay una zona justo «al sur» de la abertura vaginal, denominada cuarteta posterior, que puede ser propensa a sufrir desgarros o roturas. También pueden desgarrarse otros tejidos de la zona vaginal, y todo ello puede doler y sangrar, y existe la posibilidad de que se produzcan también problemas crónicos. «El ciclo crónico de desgarro, rotura y cicatrización conduce a un granuloma vulvar fissuratum, que requiere tratamiento quirúrgico», explica. La solución: La lubricación puede reducir drásticamente los desgarros en el tejido vaginal sensible. Reducirá la fricción y mantendrá los buenos momentos sin desgarrar tu carne.

Tensión del suelo pélvico

Tu suelo pélvico proporciona soporte a tus órganos pélvicos, y el estrés o el esfuerzo repetido durante el sexo puede afectar no sólo a tu nivel de comodidad, sino que impacta negativamente en la forma en que tus entrañas se mantienen unidas, lo que puede conducir a problemas de salud en el futuro (como el prolapso de órganos pélvicos).

La solución: Una cantidad adecuada de lubricación puede ayudar a prevenir este problema, ya que alivia las molestias y la tensión involuntaria de los músculos del suelo pélvico. La relajación durante el sexo también es crucial, así que suspende tus escapadas si experimentas ansiedad.

Fractura de pene

Esto te ocurre si tienes pene, por supuesto, pero generalmente ocurre durante el sexo con una pareja. Consiste en que un pene erecto se golpea con fuerza contra un objeto inamovible, como el pubis o el perineo de una mujer.

«Normalmente, se oye un chasquido, y el pene puede hincharse y magullarse hasta el punto de parecer una berenjena», dice Ingber. Esto, por supuesto, causa un gran dolor al propietario del pene, pero también es doloroso para su pareja, cuya tierna parte del cuerpo fue impactada con la suficiente fuerza como para causar una fractura de pene.

La solución: Esto puede ocurrir durante el sexo duro cuando los participantes se dejan llevar. Intenta ir despacio si es posible, y si sientes que el pene golpea una parte del cuerpo que no le corresponde, cambia de posición inmediatamente. Y si ocurre, busca ayuda médica lo antes posible.

Intenta tomártelo con calma si es posible. Universal Pictures

El sexo es una actividad que quema calorías (y a veces atlética), y es totalmente posible que te des un tirón muscular mientras lo haces, y nos referimos a los músculos normales como los que se encuentran en la espalda, no necesariamente a los que rodean tus órganos sexuales.

La solución: Prevenir las distensiones musculares durante el sexo puede ser tan sencillo como hacer un pequeño calentamiento previo al juego. «Antes de empezar a doblar y contorsionar el cuerpo en diferentes poses sexuales, a veces hay que estirar o empezar las cosas un poco más despacio y calentar hasta llegar a situaciones más complejas», señala Caitlin Hoff, investigadora de salud y seguridad en ConsumerSafety.org.

Romper un hueso

Sí, incluso puedes romperte un hueso o torcerte una articulación al ponerte juguetón. «Estas lesiones pueden variar en gravedad, desde dedos doblados hasta costillas rotas, dependiendo de la situación, pero lo más habitual es que estas lesiones se produzcan por caerse de la cama, resbalar en la ducha o por dejar caer a tu pareja», dice Hoff.

La solución: Sé consciente de lo que te rodea y no te dejes llevar tanto por el momento que no te des cuenta de que estás a punto de caerte de la cama o de resbalar en la ducha.

El veredicto: ¡Tómatelo con calma!

Básicamente, te decimos que te tomes un momento para lubricarte, estirarte, asegurarte de que no te están golpeando en el pubis y tener una superficie sólida debajo de ti antes de ponerte a trabajar con tu pareja. Si experimentas lesiones graves, por supuesto, acude a un médico lo antes posible, pero unos cuantos consejos de preparación previa al sexo pueden evitar que se produzcan en primer lugar.

Inscríbete aquí para recibir las historias favoritas de INSIDER directamente en tu bandeja de entrada.

VEA AHORA: Videos populares de Insider Inc.

VEA AHORA: Videos populares de Insider Inc.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.