¿Qué daño puede hacerte comer un pariente cercano de las zanahorias, el perejil y el apio? Resulta que bastante. Cierto pariente de la zanahoria puede matarte, y si no lo hace, igual te oscurece la piel de forma permanente.
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La hierba del obispo comenzó en Asia y África oriental, pero se ha abierto camino en todo el mundo porque es resistente y decorativa. Tiene hojas largas de color verde claro y tallos largos de color verde claro que terminan en bonitos racimos de flores blancas. Es pariente de la zanahoria, el perejil, el eneldo, el hinojo y el perifollo, y es posible que te parezca bien echarla, o sus semillas, en un guiso y cenar con ella. A la mañana siguiente, sin embargo, es probable que no te sientas tan bien.
La planta contiene unos compuestos llamados psoralenos, que están pensados para ayudarla a lidiar con la dura luz del sol y reaccionar con la luz ultravioleta. Conservan este rasgo cuando se trasplantan de la hierba del obispo al cuerpo humano. Este es un ejemplo desconcertante de cómo la vida real se vuelve fantástica. Si te encontraras con una referencia en una novela sobre cómo comer una determinada planta puede ayudar al héroe a obtener los rasgos de la planta, podrías poner los ojos en blanco, pero es difícil poner los ojos en blanco ante la realidad. El proceso de obtención de estos rasgos es mucho más desagradable de lo que sería en la mayoría de las novelas. La planta es fototóxica y desata su malestar en presencia de la luz solar. A menudo, esto se traduce en terribles sarpullidos y ampollas cuando el consumidor se expone a la luz solar durante algún tiempo. Si se expone lo suficiente a la luz, se convierte en cancerígeno. Pero tiene un efecto interesante: cuando una persona que ha comido hierba del obispo expone su piel a la luz solar, ésta se oscurece drásticamente. Los que la toman a menudo, o en dosis suficientemente altas, descubren que su piel se vuelve permanentemente más oscura.
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Esta era una buena perspectiva para algunos, a pesar de la posibilidad de terribles erupciones. La hierba del obispo se ha utilizado desde la antigüedad para tratar el vitíligo, el blanqueamiento localizado de las manchas de la piel. El psoraleno se utiliza incluso en los medicamentos hoy en día, aunque las dosis se miden y a menudo el producto químico se fabrica. Si se mezcla una dosis cuidadosa de psoralenos con una exposición cuidadosa a la luz ultravioleta, la piel inusualmente clara se oscurece. Una piel más oscura, en este caso, no siempre hace que su portador sea menos sensible a la luz solar. Los pacientes suelen tener que usar protector solar y limitar su exposición al sol para evitar ampollas y quemaduras con facilidad.
Via: JSTOR, La hierba envenenada.
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