Las numerosas intervenciones – liposucción, lifting de labios, rellenos, inyecciones de grasa y un lifting de ojos- costaron más de 100.000 dólares.
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«Especialmente hoy en día, tu cara es tu carta de presentación. Todo el mundo te juzga en función de tu aspecto», le dijo Sheldon a la estrella de la telerrealidad convertida en presentadora de un talk-show, Bethenny Frankel, en 2013.
¿Qué haría falta, le preguntó ella, para que abandonara su obsesión por modificar quirúrgicamente su cuerpo?
«Si me muero, supongo», contestó sin tapujos. El público se echó a reír.
Sheldon, cuyo verdadero nombre era Tobias Martin Strebel, fue encontrado muerto el 21 de agosto en una habitación de un Motel 6 de Roscoe Boulevard en el Valle de San Fernando. El hombre de 35 años llevaba tres días desaparecido. Las autoridades dicen que se encontraron medicamentos recetados en la habitación, aunque la causa de la muerte no se ha determinado.
Más de 10 días después de que se recuperara su cuerpo, la oficina del forense del condado de Los Ángeles todavía no ha identificado de forma concluyente el cuerpo como el de Strebel. Las razones del retraso -dificultades para contactar con su madre en Alemania, su único pariente conocido, y el estado de «grave descomposición» de su cuerpo- agravan lo que ya era un trágico desenlace.
«Creemos que es él», dijo Ed Winter, portavoz de la oficina del forense. «Pero tenemos que ser positivos».
Strebel, natural de Núremberg (Alemania), llegó solo a Estados Unidos para dedicarse a la composición de canciones, según su representante, Gina Rodríguez.
En 2003, se casó con una japonesa, pero se divorciaron unos tres años después, alegando diferencias irreconciliables, según los documentos presentados en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles. Sus escasos bienes se dividieron a partes iguales. Los documentos judiciales muestran que no tenía ingresos en el momento del divorcio.
Encontró trabajo como asistente de producción, dijo la productora Leslie Borodi, que lo empleó brevemente para un proyecto alrededor de 2012.
Pero la carrera musical de Strebel nunca terminó de despegar. Se formó como enfermero y, en 2010, se registró como enfermero profesional con licencia en California, según los registros públicos.
Aunque admitió haberse sometido a trasplantes de cabello a partir de 2004, la mayoría de los cuales fracasaron, dijo, sus hazañas de cirugía plástica no parecen haber aumentado hasta después de 2008, cuando Bieber saltó a la fama.
«No escuchaba necesariamente su música ni le adoraba como celebridad, pero su cara era tan impecable; cada cambio que me hacía era siguiendo su modelo», dijo Strebel al Daily Mail en 2012.
Empaquetado como un ejemplo extremo del wannabe-Bieber, Strebel -bajo el nombre de Toby Sheldon- consiguió el estrellato que le había sido esquivo.
En 2013, anunció en las redes sociales que había firmado con un nuevo representante, Rodríguez. Ex estrella del cine para adultos, Rodríguez ha dirigido en algún momento las carreras de la «Octomom» Nadya Suleman y del padre de Lindsay Lohan.
Le siguieron una serie de apariciones en televisión, donde a menudo fue objeto de críticas: por llevar la cirugía plástica demasiado lejos y por utilizar las mejoras estéticas para enmascarar su baja autoestima.
«Esto nos entristece mucho», le dijo la doctora Rachael Ross en un episodio de «The Doctors». «Sientes que tienes que seguir cortando en ti mismo con el fin de verte mejor».
En las redes sociales, los comentaristas también amontonaron las burlas. Pero Rodríguez dijo que Strebel era resistente.
«A pesar de todas las hondas y flechas lanzadas contra él, siempre mantuvo la cabeza alta», dijo en un comunicado. «Tenía un talento genuino y amor por la composición de canciones, y eso se reflejaba en todo lo que hacía».
De hecho, fue capaz de aprovechar la notoriedad de su rostro parecido al de Bieber en un grupo musical que formó con Kitty Jay y Venus D’Lite, ambas conocidas por sus intentos de someterse a la cirugía plástica para parecerse a Jennifer Lawrence y Madonna, respectivamente. Su conjunto recibió el acertado nombre de «The Plastics».
Strebel siguió trabajando como enfermero y, en el último año, empezó a trabajar en el turno de noche en el centro sanitario Goldstar de Inglewood. Allí, sus colegas le conocían como Toby.
«Era maravilloso, amable, dulce y servicial», dijo Telisa Myles, la directora de actividades de la residencia. Recordó cómo adoraba a una paciente, una mujer alemana llamada Frida, invitándola a chocolates y conversando en su lengua materna.
«Todo el mundo le quiere», dijo Myles, que calificó su muerte de impactante y triste. «Siempre estaba ahí cuando lo necesitábamos»
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