Dentro del mundo mágico de Harry Potter, las escobas no son las únicas cosas que vuelan. Aquí tienes todo sobre el Ford Anglia volador que conoces y amas.
¿Alguna vez has querido que tu coche volara? Bueno, no eres el único. Arthur Weasley encantó un Ford Anglia en Harry Potter y la Cámara de los Secretos. Poco sabía J.K. Rowling que se convertiría en el personaje más novedoso de la serie, ya que trajo la magia al mundo muggle y dio lugar a una de las mayores aventuras.
¿Estás preparado para sentir la magia?
El pequeño coche azul que los salvó a todos
El Anglia azul volador se ve por primera vez cuando Fred, George y Ron vuelan desde la Madriguera hasta la «casa» de Harry en Privet Drive. Harry ha estado encerrado todo el verano y necesita desesperadamente una escapada, ya que Dobby, el elfo doméstico, sigue creándole problemas allí.
El coche procede de la colección muggle que Arthur ha conseguido reunir mientras trabajaba en la Oficina de Magia en el Uso Indebido de Artefactos Muggles. Arthur, siempre fascinado con la forma en que los muggles viven su vida cotidiana, había encantado el coche para que volara antes de que los chicos lo tuvieran en sus manos, justo a tiempo para ayudar a Harry a hacer una gran escapada de Privet Drive.
Fred, George, Ron y Harry hacen su escapada a la Madriguera pero son recibidos por una señora Weasley muy enfadada a su regreso. El señor Arthur Weasley, en cambio, estaba encantado y quería saberlo todo sobre su aventura antes de ser reprendido por la propia señora Weasley.
El pequeño coche azul era algo más que un coche de huida. Se convirtió en la única posibilidad que tenían Harry y Ron de llegar a Hogwarts en su segundo año después de que Dobby cerrara el portal habitual de la estación de tren a su tren habitual. Aunque el viaje a Hogwarts parecería sin incidentes, los chicos y el coche se encontraron con el Sauce Azotador dañando el coche más allá de su reparación, dejando que el coche se retirara por su cuenta al Bosque Prohibido.
Más adelante en la historia, Ron y Harry volverían al bosque siguiendo un rastro de arañas donde se encuentran con una gigantesca araña llamada Aragog que preferiría comérselos en lugar de ayudarles en su búsqueda. Por suerte, el fiel Anglia azul acudió a su rescate y les ayudó a escapar ilesos. Aunque regresó al Bosque Prohibido poco después de expulsarlos (sanos y salvos) del coche una vez más.
El pequeño coche azul era algo más que una forma de transportar a los magos a donde necesitaban estar, sino también un pequeño héroe cuando más lo necesitaban. ¿Qué más se puede pedir en un coche?
Sobre el Ford Anglia
El Ford Anglia utilizado en la película era un modelo de 1959 que costaba aproximadamente 310 libras en aquella época. A los europeos les encantaba el Anglia porque era barato, ofrecía una variedad de colores y venía con un motor que podía dar 36 caballos de fuerza. Había un Anglia para cada necesidad, estilo de vida y conductor. Podías conseguir un Anglia en casi todos los estilos de carrocería, incluyendo dos o cuatro puertas, un vagón, una furgoneta e incluso una camioneta.
Más tarde se convertiría en uno de los coches Panda, o vehículos de Patrulla y Área de Despliegue Vecinal, que los agentes utilizaban para patrullar los barrios durante el boom demográfico de Londres en los años 50 y 60. Finalmente, Ford dejaría de fabricar el Anglia para dar paso al Ford Escort, un coche muy popular en el Reino Unido hasta el día de hoy.
¿Por qué JK Rowling eligió el Anglia?
Rowling eligió el Ford Anglia porque le recordaba los días que pasó con un buen amigo, Sean. Sean conducía un Ford Anglia y los dos paseaban en él los días en que el aburrimiento les invadía. Para Rowling, este coche se convirtió en un símbolo de libertad y así sería para Harry Potter y sus amigos.
El Anglia en el plató
En el plató de Harry Potter y la cámara secreta había varios Anglias. Cada vehículo estaba en diferentes condiciones, algunos eran sólo el caparazón del coche mientras que otros estaban cortados por la mitad. El equipo de efectos especiales instaló uno de ellos en una grúa giratoria y un sistema de cardán para obtener vistas de 360 grados del coche en diferentes escenas.
Uno de los vehículos fue incluso robado y más tarde encontrado en un castillo real (adecuado para el coche que debía volar a un castillo). Muchos creen que se lo llevó un fan, pero nadie sabe realmente quién lo tuvo en sus manos mientras estaba fuera del plató.
¿Dónde están ahora los coches?
Hoy, dos de los queridos Anglias de Harry Potter han encontrado nuevos hogares. Una pertenece a Nigel Grint, el padre de Rupert Grint (el actor que interpretó a Ron Weasley), mientras que la otra pertenece a Liam Payne, de One Direction. Payne es un gran fan de Harry Potter y sabía que tenía que tener uno por un buen precio de seis cifras.
El Anglia: Un verdadero héroe
El pequeño Anglia azul siempre será venerado por los fans de Harry Potter de todo el mundo. De coche de huida a héroe, es el pequeño coche azul que salvó el día en más de un sentido.