Hay una sensación de sinceridad en la voz de Johnny Morris cuando cuenta su historia de enamoramiento de los Ozarks y de su rica historia.
Habla despacio y pensativo, recordando acontecimientos que sucedieron hace más de 50 años casi como si hubieran ocurrido ayer. «Crecí pescando en los ríos de aquí con mi padre y el hermano de mi madre, el tío Buck», dice Johnny, que ha cumplido 66 años este año. «Una vez estaba en un viaje con flotador con mi padre, y cuando fui a buscar nuestra camioneta, atravesé un campo. Era después de una lluvia primaveral, y un granjero acababa de arar, y miré hacia abajo y vi una punta de flecha allí». Johnny continúa -con la pasión que desprende su voz- describiendo todo lo que sintió en ese mismo instante. «Eso me cautivó», dice, casi perdido en el momento. «Me afectó. Empecé a pensar: ‘¿Cómo era la vida cuando la persona hizo este punto? ¿Cómo era la vida salvaje? ¿Cómo era la pesca?». Estaba allí de pie, con mis vaqueros y mis zapatillas de tenis, pensando: ‘¿Qué llevaban puesto? ¿Llevaban un buche de piel de ciervo? ¿O tal vez una piel de búfalo? ¿Cómo eran realmente?»
Hasta hace cinco décadas, y ahora Johnny es el propietario de Bass Pro Shops, Tracker Boats, Big Cedar Lodge, Integrity Hills, Dogwood Canyon Nature Park y -su más reciente creación- Top of the Rock. Todos ellos no sólo han enriquecido la vida de los 417 habitantes, sino que también han contribuido en gran medida a atraer turistas de todo el estado y del país al suroeste de Missouri. Y aunque su imperio al aire libre ha florecido desde aquel día de primavera de hace unos 50 años, no ha cambiado mucho de Johnny. A este tipo le encanta compartir su amor por el aire libre y contar la historia de cómo era la vida hace mucho tiempo.