Tostar los frutos secos resalta su sabor a través de reacciones de dorado y les da una atractiva textura crujiente. Normalmente tostamos sólo la cantidad que pide una receta, pero tostar una bolsa entera significaría tenerlos siempre a mano. ¿El único problema? El almacenamiento. Los frutos secos se estropean rápidamente a temperatura ambiente, por lo que nos gusta guardarlos en el congelador. ¿La congelación y descongelación perjudicaría la textura crujiente de los frutos secos tostados? Para averiguarlo, tostamos tandas separadas de nueces, almendras y nueces pecanas siguiendo nuestro método de la sartén: las tostamos en una sartén seca a fuego medio, removiendo frecuentemente, hasta que estuvieran fragantes y ligeramente oscurecidas, de 3 a 5 minutos. Dejamos enfriar los frutos secos, los colocamos en bolsas de congelación con cierre y los guardamos en el congelador durante un mes. Al volver a ponerlas a temperatura ambiente, estas nueces no se distinguían de las tandas de nueces recién tostadas. Así que, siempre que los selle bien para evitar que se quemen y se ablanden en el congelador, no dude en guardar los frutos secos tostados en el congelador hasta un mes.