Iliana es un nombre utilizado entre los hispanohablantes y puede haber sido tomado del rumano «Ileana» que se cree que se desarrolló a partir de Helena. Muchos nombres han surgido de la griega Helena, no es de extrañar porque es la belleza mitológica que «lanzó mil barcos» al desencadenar la guerra de Troya. Lo más probable es que el nombre tenga su origen en la palabra griega «hēlios», que significa «sol» o, más concretamente, «rayo de luz». Se trata de una etimología muy apropiada si se tiene en cuenta la reconocida belleza de Helena, reina de Esparta, que robó el corazón de Paris. Es posible que los rumanos se hayan inspirado en los griegos cuando desarrollaron su propia mitología, Ileana Cosânzeana, una mujer que en su propia cultura es la personificación de la belleza. Ileana es una princesa de cuento de hadas, una belleza de pelo oscuro, que representa muchas de las virtudes femeninas que los rumanos aprecian: es fuerte y valiente, es noble y modesta, es mágica y sabia, y es sencillamente preciosa. A menudo se la representa rodeada de elfos y flores mientras el viento, hipnotizado por su belleza, la persigue en vena. En algunos cuentos folclóricos, Ileana es atrapada por un hombre malvado en su castillo hasta que su príncipe azul la rescata. Como resultado de esta conexión rumana, así como de la asociación del nombre con la griega Helena, Iliana tiene un poco más de dimensión que su competencia.