Viviendo en una zona de Londres plagada de bandas, el adolescente Tom Harvey lucha por salir adelante con la ayuda de su mejor amigo Danny que le consigue un nuevo teléfono y le anima a ir a por su amiga de toda la vida Lucy que vive cerca. Lucy le pide a Tom que la ayude a estudiar para los exámenes, a lo que él acepta encantado. Al llegar a su piso esa noche, Tom ve al hermano de Lucy inconsciente y a un grupo de matones enmascarados saliendo de la habitación de Lucy, tras haberla violado y grabado el suceso. Tom huye e intenta llamar a la policía, pero recibe un disparo en la cabeza y queda inconsciente.
Tom despierta días después, y su médico le informa de que la metralla de su teléfono está incrustada en su cabeza. Más tarde, ese mismo día, Tom comienza a escuchar transmisiones telefónicas y puede visualizar señales digitales. Utilizando sus nuevas habilidades, Tom descubre quién ha atacado a Lucy y comienza a eliminarlos uno por uno. Mientras tanto, Lucy se ha encerrado con Tom, su única fuente de esperanza, mientras disfrutan de una comida juntos al aire libre por primera vez desde el incidente. Después de un enfrentamiento, la venganza de Tom crece y rastrea a los que dieron las órdenes de hacer daño a Lucy y asalta la casa de su líder; dañando sus aparatos electrónicos y robando su alijo oculto de cocaína que Tom planta a los atacantes y avisa a la policía.
Además de su justiciero, Tom adopta el alias «iBoy», enviando mensajes de texto a Lucy que va a arreglar las cosas para ella, publicando sus actos en línea, y trabajando para sacar más drogas que están entrando. Durante otra redada, Tom se ve atrapado por la banda y recibe una fuerte paliza, pero apenas consigue escapar. Vuelve a casa a trompicones, pero se desmaya en un parque por el camino, perdiendo sus exámenes y rompiendo una promesa a Lucy. Cuando vuelve a casa, la abuela de Tom es retenida a punta de pistola y el jefe del crimen conocido como Ellman, al que ha intentado desbaratar, amenaza a Tom para que devuelva el dinero robado a cambio de la seguridad de Lucy y de su abuela. Tom acepta a regañadientes y comienza a utilizar sus poderes tanto para Ellman como para rastrear y ayudar a Lucy, que ha sido secuestrada por los que la asaltaron antes.
Tom es conducido al lugar del secuestro, donde pudo llamar a la policía, pero ésta no pudo encontrar nada allí. Lucy pudo alejar un arma de los secuestradores, pero es incapaz de escapar antes de que lleguen Tom y Ellman. Aunque sus poderes estaban disminuidos debido a su paliza, Tom es capaz de sobrecargar los teléfonos móviles de todos para que exploten, sin embargo, Ellman tira el suyo y huye al exterior. Tom intenta someterlo con ayuda de Lucy, pero ambos son incapaces de hacerlo hasta que Tom desata un pulso de su cerebro; dejándolos a todos fuera de combate. Tom se despierta más tarde en el hospital con su abuela a su lado.
Al volver a casa, Tom ve a Danny (que le había delatado ante Ellman), que quiere devolverle a Tom lo que le hizo. Tom le rechaza, diciendo que nunca acabó con la persona que grabó el ataque de Lucy, sugiriendo que fue Danny. Tom se encuentra con Lucy en la azotea de su edificio, que ha preparado un picnic para los dos. Comparten un beso mientras miran el horizonte, y sin resolver si el pulso de Tom eliminó sus poderes.