El escroto y los testículos normales
El escroto es normalmente flojo, suave y carnoso. En él se encuentran los dos testículos. Por lo general, se pueden sentir fácilmente los testículos en el escroto. Un tubo (el conducto deferente) lleva los espermatozoides de cada testículo al pene. Es normal que un testículo cuelgue más bajo que el otro.
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¿Qué es un hidrocele?
Un hidrocele es una acumulación de líquido en un saco en el escroto junto a un testículo (testis). Suele producirse en un lado, pero a veces se forma un hidrocele en ambos testículos.
El testículo normal está rodeado por un saco de tejido liso protector. Normalmente no se puede sentir esto. Produce una pequeña cantidad de líquido «lubricante» para permitir que los testículos se muevan libremente. El exceso de líquido normalmente drena hacia las venas del escroto. Si se altera el equilibrio entre la cantidad de líquido que se produce y la cantidad que se drena, se acumula algo de líquido en forma de hidrocele.
¿Cómo se ven y se sienten los hidroceles?
Un hidrocele se siente como un pequeño globo lleno de líquido dentro del escroto. Se siente suave y se encuentra principalmente delante de uno de los testículos. Pueden variar de tamaño. Los hidroceles son normalmente indoloros.
¿Qué causa los hidroceles?
Algunos bebés nacen con un hidrocele. Los hidroceles son muy comunes en los bebés. Cuando los bebés se desarrollan en la matriz (útero), los testículos se desplazan desde la barriga (abdomen) hasta el escroto. A veces, el conducto que permite que esto ocurra no se cierra completamente. Esto puede dar lugar a la aparición de un hidrocele.
El hidrocele puede asociarse a veces con una hernia.
En los niños mayores, un hidrocele puede tener otras causas, como una lesión, una torsión de los testículos o un síndrome nefrótico.
¿Se necesita alguna investigación para el hidrocele?
El diagnóstico del hidrocele puede hacerse normalmente mediante la historia clínica y la exploración. Si hay dudas sobre la naturaleza del bulto escrotal, puede ser necesaria una ecografía.
¿Cuál es el tratamiento del hidrocele?
Los hidroceles suelen mejorar sin ningún tratamiento durante el primer año de vida. Sólo se aconseja una operación si el hidrocele persiste después de los 12-24 meses de edad.
Si su hijo también tiene una hernia, ésta suele corregirse en la misma operación.
La operación de hidrocele consiste en realizar un corte muy pequeño en la parte inferior del vientre (abdomen) o en el escroto. A veces, la intervención se realiza mediante cirugía de ojo de cerradura (por laparoscopia). A continuación se drena el líquido de alrededor del testículo. También se sella el paso entre el abdomen y el escroto para que el líquido no pueda volver a salir en el futuro. Se trata de una operación menor y se realiza en el día, por lo que no suele ser necesario pasar la noche en el hospital.
No hay efectos a largo plazo por tener un hidrocele. Tener un hidrocele no afecta a los testículos ni a la capacidad del niño para tener hijos en el futuro.