La rica herencia culinaria de los holandeses de Pensilvania hace que sus métodos de cocina e ingredientes clásicos se sigan utilizando a diario. En sus zonas del este de Estados Unidos, las tradiciones parecen permanecer inalteradas a pesar de los rápidos cambios del mundo que les rodea. La repostería es una parte esencial de esta cultura y muchas recetas honran la herencia alemana de los primeros inmigrantes de la zona. A pesar de la creencia común, los actuales ocupantes de la zona son descendientes de alemanes, y no holandeses, pero se les denomina holandeses por el término deutsch, que significa alemán en ese idioma.

Las deliciosas galletas saladas, los panecillos dulces, las sopas, los guisos, las tartas saladas y los productos enlatados y en escabeche reflejan la necesidad de los agricultores de contar con alimentos abundantes y calóricos. Algunos todavía utilizan hornos de leña para cocinar y grasas animales a la antigua usanza, como la manteca de cerdo, para enriquecer sus masas. Nuestra receta de galletas saladas con manteca de cerdo es un testimonio de la tradición holandesa de Pensilvania.

Cuando se trata de galletas, la manteca de cerdo les da la textura perfecta. Fáciles de hacer, estos sabrosos bizcochos pueden estar en su mesa en menos de 20 minutos. Ideales para acompañar sopas y guisos, los bizcochos también son estupendos con huevos y salchichas, y los bizcochos que sobren se pueden recalentar en una sartén. Sírvalos con pan y mantequilla para una merienda rápida y satisfactoria.

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