Diferencias en el diseño y la construcción de helicópteros y aviones

La diferencia más inmediata y obvia en la construcción de un avión de ala fija y un helicóptero es, por supuesto, el uso de este último de un rotor en lugar de un ala. Sin embargo, hay muchas otras adiciones críticas, incluyendo el uso de un rotor de cola para compensar la torsión. (Algunos helicópteros utilizan un sistema «sin rotor de cola», en el que el aire de baja presión circula a través de un brazo de cola para controlar el par del rotor principal que gira). Menos obvios son complementos como el sistema de transmisión, que se utiliza para transferir la potencia del motor al rotor, al rotor de cola y a otros accesorios; el embrague, utilizado para acoplar el motor y la transmisión con el rotor; y la mecánica del propio sistema del rotor.

helicóptero

Un helicóptero en vuelo.

© André Wißbrock/Fotolia

Los primeros helicópteros eran bastante primitivos, con patines en lugar de tren de aterrizaje con ruedas, cabinas abiertas y secciones del fuselaje sin aire. En la actualidad, los helicópteros están tan equipados como los aviones, con un tren de aterrizaje retráctil y un completo equipo de instrumentación y navegación, y están provistos de todos los accesorios necesarios para llevar a cabo la tarea específica. Por ejemplo, algunos helicópteros son ambulancias volantes, especialmente equipadas con un conjunto completo de accesorios de cuidados intensivos. Otros funcionan como recolectores de noticias electrónicas, con sensores y equipos de telecomunicaciones adecuados.

El diseño y el funcionamiento de los helicópteros han obtenido los mismos avances de los ordenadores y los materiales compuestos que otras aeronaves, especialmente en el diseño y la construcción de las palas del rotor. Una de las mejoras más importantes es la simplificación de los sistemas de control de vuelo, en los que un simple controlador de palanca lateral, con la ayuda de ordenadores, realiza las funciones de los controles colectivos, cíclicos y del acelerador.

Los diseños de los helicópteros han incluido una serie de configuraciones opcionales de los rotores, tales como rotores que se detienen para servir de ala fija para el vuelo hacia delante; rotores que se pliegan en dirección a la corriente para mezclarse con los contornos del fuselaje, o para ser guardados dentro de ellos, siendo la sustentación proporcionada por un ala de cola; y rotores en forma de X que giran para el despegue y el aterrizaje pero que están fijos para la sustentación en vuelo.

En resumen, las fuerzas adicionales impuestas a un helicóptero por su propio concepto retrasaron su desarrollo, lo hicieron relativamente más difícil de controlar que los aviones de ala fija y, en general, impidieron su uso. Aunque en general se considera que su funcionamiento es más caro que el de las aeronaves de ala fija convencionales, no se puede hacer una verdadera comparación de costes sin evaluar las ventajas adicionales que confiere la capacidad de vuelo vertical. La popularidad del helicóptero indica que los usuarios están dispuestos a pagar cualquier coste adicional que suponga obtener esa capacidad. En algunas aplicaciones -evacuación médica, abastecimiento de plataformas de perforación petrolífera, esparcimiento de ciertos agentes agrícolas, por nombrar sólo algunas- es insustituible.

Walter James Boyne

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