Fibrosis quística y trasplante de pulmón: ¿Es una opción para usted? | UPMC

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La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad genética grave y debilitante. En el pasado, un diagnóstico de fibrosis quística significaba una corta esperanza de vida. Los nuevos avances médicos han proporcionado a las personas con FQ un mejor pronóstico y opciones de tratamiento adicionales, como el trasplante de pulmón.

¿Pero qué es exactamente un trasplante de pulmón para la fibrosis quística? ¿Quién es un candidato? ¿Cómo mejora la salud de una persona y se puede curar la fibrosis quística con un trasplante de pulmón?

Visite el sitio web del Programa de Trasplante de Pulmón del UPMC para obtener más información.

¿Es una opción el trasplante de pulmón?

La fibrosis quística puede afectar a muchas zonas del cuerpo, incluidos el páncreas y el hígado, pero en general, la FQ afecta más gravemente a los pulmones, según la Fundación de Fibrosis Quística. La FQ puede hacer que el cuerpo segregue una sustancia espesa y pegajosa en los pulmones, el páncreas y el hígado.

Tener los pulmones dañados dificulta la capacidad de respirar, la calidad y la esperanza de vida. Una persona con fibrosis quística puede tener infecciones pulmonares frecuentes y recurrentes, como bronquitis o neumonía. Cada infección provoca daños adicionales en los pulmones.

¿Qué es un trasplante de pulmón?

Sólo las personas con enfermedades o daños pulmonares graves son consideradas para un trasplante de pulmón. Tras completar una evaluación exhaustiva, se inscriben en la lista de espera de trasplantes de pulmón y esperan a que haya un par de pulmones de donante disponibles. Durante un trasplante de pulmón, un cirujano sustituye los pulmones dañados de una persona con FQ por los pulmones sanos de un donante recientemente fallecido.

La recuperación tras la cirugía puede llevar algún tiempo, ya que este procedimiento es invasivo. Es posible que permanezca en la unidad de cuidados intensivos durante algún tiempo y que se le coloque un respirador, que respira mecánicamente por usted. Los antibióticos y los fármacos inmunosupresores suelen administrarse inmediatamente. Estos fármacos inmunosupresores son necesarios durante el resto de su vida para mantener sanos los pulmones trasplantados.

Una vez que le den el alta del hospital, es posible que tenga que volver al centro de trasplantes todos los días para las citas de seguimiento y las pruebas adicionales, como radiografías, biopsias de pulmón y análisis de sangre.

Riesgos del trasplante de pulmón

Como cualquier tipo de cirugía, el trasplante de pulmón tiene riesgos. El organismo puede rechazar los nuevos pulmones, ya sea de forma rápida después de la cirugía o de forma progresiva a lo largo de meses sin síntomas evidentes. Algunos síntomas son fiebre, cansancio y problemas para respirar.

Algunas personas pueden experimentar una grave pérdida de la función pulmonar, o una disfunción crónica del aloinjerto pulmonar, incluso después del trasplante con pulmones sanos. Algunos sufrirán infecciones crónicas, bloqueo del flujo sanguíneo a las vías respiratorias o incluso cáncer, diabetes o enfermedades renales como resultado.

La Fundación de Fibrosis Quística recomienda sopesar los riesgos y beneficios de un trasplante de pulmón para la fibrosis quística antes de tomar la decisión de someterse a la cirugía, ya que es un proceso complejo. El trasplante de pulmón puede ofrecer a algunas personas una mejor calidad de vida, mientras que otras pueden experimentar complicaciones continuas.

¿Se puede curar la fibrosis quística con un trasplante de pulmón?

El trasplante de pulmón no curará a una persona que tenga fibrosis quística. Después de someterse a un trasplante de pulmón, tendrá un conjunto de pulmones sanos que funcionen, siempre que su cuerpo no rechace el trasplante.

Sin embargo, seguirá teniendo FQ en otras partes de su cuerpo. Esas partes seguirán estando afectadas por la FQ, y deberá seguir realizando los cuidados rutinarios de esos órganos.

Alrededor del 87 por ciento de las personas que se someten a un trasplante de pulmón por FQ seguirán vivas un año después, según la Fundación de Fibrosis Quística. A los nueve años, aproximadamente el 50 por ciento de las personas que se han sometido a un trasplante de pulmón siguen viviendo.

Cuando un trasplante de pulmón tiene éxito, el receptor puede respirar con más facilidad y empezar a realizar las actividades que disfrutaba antes de que sus pulmones estuvieran dañados.

Para obtener más información sobre las opciones de trasplante y tratamiento de la fibrosis quística, visite el sitio web del programa de trasplante de pulmón del UPMC