Aquí está señoras y señores, un número que he estado anticipando durante mucho tiempo. He perdido oficialmente un total de 50 libras desde mi mayor peso de 308 libras en marzo de 2012. Esto significa que he quemado o ahorrado un gran total de 175,000 calorías en exceso en los últimos 13 meses.
Como una forma de celebrar el logro, y porque no estoy listo para empezar a publicar cualquier foto «antes» o «actual», aquí hay algunas cosas comunes que pesan tantas libras como he perdido.
Una bolsa grande de comida para perros.
200 dólares en monedas de 25 centavos (para los que no son matemáticos como yo,
eso significa 800 monedas).
Un fardo de heno.
El bulldog macho medio.
Dos de este chico.
Pero fue necesario coger a uno de estos
chicos malos en el gimnasio para darme cuenta de la magnitud
de lo que he conseguido…
Mientras estaba de pie en el gimnasio con los ojos clavados en la mancuerna que tenía en la mano, me di cuenta. Una cosa es mirar las 50 libras, o hablar de ellas, pero otra cosa es sostenerlas en la mano.
Sostener esa pesa en la palma de la mano me recordó que, para alcanzar mi objetivo final, voy a tener que perder todo ese peso de nuevo Y 8 libras adicionales. Fue, quizás, la primera vez que comprendí realmente la magnitud de lo que me he propuesto lograr. Casi como si intentara escalar el Monte Everest y me detuviera a mitad de camino para mirar hacia la cima y decir…
«Que le den a esa mierda»
Pero rápidamente decidí que no era el momento de mirar hacia arriba. Al contrario, era precisamente el momento de mirar hacia abajo. Era el momento de echar un vistazo a lo que ya había conseguido y utilizarlo como motivación para seguir subiendo.
Mientras estaba allí, no podía recordar lo que se sentía al pesar 50 libras más. No podía recordar la tensión adicional que suponía para mis articulaciones. No podía recordar lo difícil que era respirar después de subir un tramo de escaleras. Lo único en lo que podía pensar era en el hecho de que antes pesaba MUCHO más que ahora, y que no quería volver a pesar tanto.
Armada con un nuevo aprecio por lo que me he propuesto hacer, espero que en unos pocos meses esté componiendo una entrada similar a ésta titulada «Cosas que pesan 75 libras». Aún más trascendental, y la entrada del blog que más espero, será la entrada titulada…
Sí, eso suena muy bien. Tal vez empiece a redactarlo ahora. Después de todo, el 2027 está a la vuelta de la esquina. No querría que toda esa pérdida de peso se me escapara.