Un rango normal para la anchura de distribución de los glóbulos rojos es de 12,2 a 16,1 por ciento en las mujeres adultas y de 11,8 a 14,5 por ciento en los hombres adultos. Si obtiene una puntuación fuera de este rango, podría tener una deficiencia de nutrientes, una infección u otro trastorno.
Sin embargo, incluso con niveles normales de ADE, podría tener una afección médica.
Para recibir un diagnóstico adecuado, su médico debe examinar otros análisis de sangre -como la prueba de volumen corpuscular medio (VCM), que también forma parte de un hemograma- para combinar los resultados y proporcionar una recomendación de tratamiento precisa.
Además de ayudar a confirmar un diagnóstico cuando se combinan con otras pruebas, los resultados del RDW pueden ayudar a determinar el tipo de anemia que podría tener.
Resultados elevados
Si su RDW es demasiado alto, podría ser una indicación de una deficiencia de nutrientes, como una deficiencia de hierro, folato o vitamina B-12.
Estos resultados también podrían indicar anemia macrocítica, cuando su cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos normales y los que produce son más grandes de lo normal. Esto puede deberse a una deficiencia de folato o vitamina B-12.
Además, puede tener anemia microcítica, que es la deficiencia de glóbulos rojos normales, y sus glóbulos rojos serán más pequeños de lo normal. La anemia por deficiencia de hierro es una causa común de anemia microcítica.
Para ayudar a diagnosticar adecuadamente estas condiciones, su proveedor de atención médica realizará una prueba de CBC y comparará las porciones de la prueba de RDW y MCV para medir su volumen de glóbulos rojos.
Un MCV alto con un RDW alto ocurre en algunas anemias macrocíticas. Un MCV bajo con un RDW alto se produce en las anemias microcíticas.
Resultados normales
Si recibe un RDW normal con un MCV bajo, puede tener una anemia resultante de una enfermedad crónica, como la causada por una enfermedad renal crónica.
Si el resultado de su RDW es normal pero tiene un MCV alto, puede tener anemia aplásica. Se trata de un trastorno sanguíneo en el que la médula ósea no produce suficientes células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos.
Resultados bajos
Si su RDW es bajo, no hay trastornos hematológicos asociados a un resultado bajo de RDW.