Publicado: Diciembre, 2014

Incluso si no estás clínicamente deprimido, un poco de luz puede contrarrestar la somnolencia, la baja energía y los antojos de carbohidratos.

Las noches oscuras son más largas estos días, pero no tienen por qué ser noches oscuras del alma. Aunque sólo entre el 5% y el 10% de la población padece el trastorno afectivo estacional (TAE) -que se caracteriza por la tristeza, la pérdida de interés en las actividades habituales, el agotamiento y el aumento de peso-, alrededor del 25% de las personas que viven en las regiones centrales y septentrionales de EE.UU. padecen la depresión invernal, es decir, cambios más leves en el estado de ánimo, el estado de alerta, la energía y el apetito. El TAE requiere un tratamiento profesional, pero el abatimiento invernal puede desterrarse más fácilmente.

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