La contractura de Dupuytren o enfermedad de Vikings es un trastorno bastante común de los dedos. Suele afectar al dedo anular o al meñique, a veces a ambos, y a menudo a las dos manos. El trastorno puede aparecer de forma repentina, pero lo más habitual es que progrese lentamente a lo largo de un periodo de años y, por lo general, no cause síntomas hasta después de los 40 años.
Anatomía de la mano
La parte de la palma de la mano contiene muchos nervios, tendones, músculos, ligamentos y huesos. Esta combinación nos permite mover la mano de muchas maneras. Los huesos dan la estructura a nuestra mano y forman las articulaciones. Los huesos están unidos a los huesos mediante ligamentos. Los músculos nos permiten doblar y enderezar las articulaciones. Los músculos están unidos a los huesos por medio de tendones. Los nervios estimulan a los músculos para que se doblen y se enderecen. Los vasos sanguíneos transportan el oxígeno, los nutrientes y el combustible necesarios a los músculos para que puedan trabajar con normalidad y curarse cuando se lesionan.
La contractura de Dupuytren explicada de forma sencilla
La contractura de Dupuytren es un engrosamiento y acortamiento del tejido de la palma de la mano, lo que provoca que el afectado no pueda enderezar algunos o todos los dedos (normalmente, el dedo anular es el primero en verse afectado, seguido del meñique y, finalmente, el dedo corazón). Uno de los primeros síntomas a los que hay que prestar atención es un bulto duro que aparece en la palma de la mano, normalmente cerca de la base del dedo anular o del meñique.
Afortunadamente, la enfermedad de Dupuytren no suele ser dolorosa, sin embargo, la principal preocupación a medida que se desarrolla es que no se pueden utilizar correctamente los dedos afectados. Las tareas cotidianas con Dupuytren pueden ser muy difíciles, especialmente en las últimas etapas.
Causas
Las personas que fuman tienen un mayor riesgo de tener contractura de Dupuytren. Los fumadores empedernidos que abusan del alcohol tienen un riesgo aún mayor.
Recientemente, los científicos han encontrado una conexión con la enfermedad entre las personas que tienen diabetes. No se ha determinado si las tareas laborales pueden poner a una persona en riesgo o acelerar la progresión de la enfermedad.
Síntomas
- Suele ser en ambas manos (45%) pero puede afectar a una sola.
- Comienza con picaduras y engrosamiento de la piel palmar y del tejido subcutáneo subyacente, con pérdida de movilidad de la piel suprayacente.
- A continuación se forma un nódulo que es firme e indoloro y se fija a la piel y a la fascia más profunda. El nódulo es palpable y más tarde se hace visible.
- Después se desarrolla un cordón (un engrosamiento lineal que puede parecerse a un tendón) que comienza a contraerse a lo largo de meses o años.
- La contracción del cordón tira de las articulaciones metacarpofalángicas (MCP) e interfalángicas proximales (PIP) y conduce a una deformidad progresiva en flexión de los dedos.
- La deformidad puede afectar a las actividades de la vida diaria y a la ocupación. El estadio en el que se presente el paciente dependerá de la tolerancia a la misma y es probable que dependa del grado en que el trabajo o las aficiones puedan verse afectados.
Diagnóstico
En el Centro de Medicina Musculoesquelética le preguntaremos:
- La historia de su problema, como por ejemplo desde cuándo lo tiene, si ha notado que empeora y si le ha impedido realizar sus actividades diarias.
- Examen de sus manos y dedos mirando y palpando la palma de la mano y los dedos. La fascia anormal se sentirá gruesa. Los cordones y pequeños nódulos en la fascia pueden sentirse como pequeños nudos o bandas gruesas bajo la piel. Estos nódulos suelen formarse primero en la palma de la mano. A medida que el trastorno progresa, se forman nódulos a lo largo del dedo.
La progresión del trastorno es imprevisible. Algunos pacientes no tienen problemas durante años y, de repente, los nódulos empiezan a crecer y el dedo comienza a contraerse.
Tratamiento
¿Qué se puede hacer para la enfermedad?
Para ayudar a la flexibilidad y liberación, la curación de la fascia palmar:
- Ultrasonido y tejido blando
- Agujas secas
- Estiramientos especiales de la fascia palmar
- Terapia de ondas de choque de la fascia palmar
- Articulación de la mano para movilizar las articulaciones rígidas
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