El páncreas se encuentras detrás del estómago. Está rodeado por los intestinos, el hígado y la vesícula biliar. Estos órganos vecinos funcionan juntos para ayudarlo a digerir la comida.
«El páncreas produce diversas enzimas para ayudar a descomponer los carbohidratos, las proteínas y las grasas de la dieta en elementos más pequeños que pueden utilizarse con más facilidad para obtener energía», dice la Dra. Dana Andersen, especialista en páncreas de los NIH. «También produce hormonas especializadas que viajan a través de la sangre y ayudan a regular varias funciones corporales».
La hormona más conocida que produce el páncreas es la insulina. La insulina controla cómo el azúcar, o glucosa, es absorbida por las células del cuerpo. Si las células productoras de insulina en el páncreas se dañan, podría desarrollar diabetes. La diabetes tipo 2 se desarrolla cuando el páncreas no puede producir suficiente insulina para manejar el azúcar en la sangre. La obesidad empeora la diabetes tipo 2.
«La obesidad puede hacer que su cuerpo se vuelva menos sensible a la insulina, por lo que necesitará más insulina para lograr el mismo trabajo metabólico. Eso obliga al páncreas a hacer más esfuerzo», dice Andersen. «Adelgazar solo de 5 a 10 libras pueden ayudar al páncreas a trabajar de manera más eficiente».
Los niveles altos de grasa en la sangre también pueden provocar la inflamación del páncreas, o pancreatitis, que puede ser crónica o aguda. Si tiene pancreatitis crónica, la inflamación no se cura y empeora con el tiempo. Al final, puede provocar un daño permanente.
La pancreatitis aguda ocurre de manera súbita y es muy dolorosa. Suele mejorar luego de algunos días de tratamiento. En los casos graves, puede producirse sangrado y un daño permanente de los tejidos. Las causas más comunes de la pancreatitis aguda son los cálculos biliares y el consumo excesivo de alcohol. Los cálculos biliares son pequeñas sustancias parecidas a piedras hechas de bilis endurecida (un líquido producido por el hígado para digerir la grasa). Otras causas de la pancreatitis aguda incluyen traumatismo abdominal, medicamentos e infecciones.
Los trastornos genéticos del páncreas y determinadas enfermedades autoinmunes también pueden provocar pancreatitis. Pero casi en la mitad de los casos, la causa se desconoce. A este tipo de pancreatitis se la llama pancreatitis idiopática.
Llevar un registro de los antecedentes médicos de su familia puede ayudarlo a determinar si corre riesgo de tener problemas en el páncreas. «Siempre es una buena idea informar al médico si ha tenido antecedentes familiares de enfermedad pancreática», dice Andersen. «Tal vez no parezca gran cosa, pero para un médico es información muy importante».
Conocer los antecedentes médicos familiares es especialmente importante para la posible detección temprana del cáncer de páncreas, que no suele tener síntomas en las etapas tempranas. Cuando se detecta a tiempo, el cáncer de páncreas puede curarse con cirugía. Pero la mayoría de los pacientes con cáncer de páncreas no recibe un diagnóstico hasta las etapas más avanzadas, cuando las tasas de supervivencia son bajas.
Investigadores de los NIH están buscando nuevas maneras de detectar las enfermedades pancreáticas de manera temprana y predecir quién corre más riesgo. Llevar una dieta saludable y limitar la exposición a sustancias dañinas como el tabaco y el alcohol pueden ayudar a que el páncreas y todo el aparato digestivo funcionen adecuadamente.