Además de su papel en más de 300 enzimas del organismo, el magnesio desempeña varias posibles funciones en la salud ósea. Varios estudios basados en la población han encontrado asociaciones positivas entre la ingesta de magnesio y la densidad mineral ósea tanto en hombres como en mujeres. Otras investigaciones han descubierto que las mujeres con osteoporosis son más propensas a tener niveles de magnesio en suero más bajos que las mujeres que no tienen osteoporosis.
Algunos estudios sugieren que el aumento de la ingesta de magnesio a través de los alimentos y los suplementos podría aumentar la densidad mineral ósea en las mujeres posmenopáusicas y de edad avanzada. Por ejemplo, un estudio a corto plazo descubrió que 290 mg/día de magnesio elemental (como citrato de magnesio) durante 30 días en 20 mujeres posmenopáusicas con osteoporosis suprimió el recambio óseo en comparación con el placebo, lo que sugiere que la pérdida ósea disminuyó.
Estos y otros hallazgos indican que la deficiencia de magnesio podría ser un factor de riesgo para la osteoporosis.
Aquí hay cinco formas en las que una deficiencia de magnesio podría influir negativamente en la salud ósea:
- El magnesio influye en los tipos de células (osteoblastos y osteoclastos) que el cuerpo necesita para el crecimiento y la reparación de los huesos. Una deficiencia de magnesio puede afectar directamente al hueso al alterar la estructura y el tamaño de los cristales óseos.
- Las deficiencias de magnesio se asocian con concentraciones reducidas tanto de la hormona paratiroidea (PTH) como de la forma activa de la vitamina D, que son los principales reguladores de la homeostasis ósea.
- Las deficiencias de magnesio se asocian a un aumento de las proteínas inflamatorias (citoquinas) que afectan negativamente a la remodelación ósea.
- Las deficiencias de magnesio se asocian a la disfunción endotelial, afectando negativamente al flujo sanguíneo que es necesario para la salud ósea.
- Una deficiencia de magnesio puede influir en la capacidad de amortiguación del organismo dando lugar a una acidosis de bajo grado. Se ha demostrado que la acidosis metabólica conduce a la pérdida de calcio de los huesos y perjudica la mineralización ósea.
Las buenas fuentes de magnesio en la dieta incluyen las verduras de hoja oscura, los frutos secos, las semillas, el pescado, las judías, los cereales integrales, los aguacates, el yogur, los plátanos, los frutos secos y el chocolate negro.
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