Es uno de los tres únicos lagos del mundo que se sabe que están saturados de dióxido de carbono; los otros son el lago Monoun, también en Camerún, y el lago Kivu, en la República Democrática del Congo. Una cámara de magma bajo la región es una fuente abundante de dióxido de carbono, que se filtra a través del lecho del lago, cargando las aguas del lago Nyos con unos 90 millones de toneladas de CO
El lago Nyos está estratificado térmicamente, con capas de agua cálida y menos densa cerca de la superficie flotando sobre las capas de agua más fría y densa cerca del fondo del lago. Durante largos períodos, el gas de dióxido de carbono que se filtra en el agua fría del fondo del lago se disuelve en grandes cantidades.
La mayor parte del tiempo, el lago es estable y el CO
2 permanece en solución en las capas inferiores. Sin embargo, con el tiempo, el agua se sobresatura y, si se produce un acontecimiento como un terremoto o un corrimiento de tierras, grandes cantidades de CO
2 pueden salir repentinamente de la solución.
Desastre de 1986Editar
Aunque en 1984 se había producido una repentina salida de CO
2 en el lago Monoun, no se preveía una amenaza similar en el lago Nyos. Sin embargo, el 21 de agosto de 1986, se produjo una erupción calcárea en el lago Nyos, que desencadenó la liberación repentina de entre 100.000 y 300.000 toneladas (algunas fuentes afirman que hasta 1,6 millones de toneladas) de CO
2. Esta nube de gas se elevó a casi 100 kilómetros por hora (62 mph) y se derramó sobre el labio norte del lago en un valle que va aproximadamente de este a oeste desde Cha hasta Subum. A continuación, se precipitó por dos valles que se ramifican hacia el norte, desplazando todo el aire y asfixiando a 1.746 personas en un radio de 25 kilómetros (16 mi) del lago, en su mayoría habitantes de pueblos rurales, así como a 3.500 cabezas de ganado. Las aldeas más afectadas fueron Cha, Nyos y Subum.
Los científicos llegaron a la conclusión, a partir de las pruebas, de que se formó una fuente de agua y espuma de 100 m (330 pies) en la superficie del lago. La enorme cantidad de agua que se elevó repentinamente provocó muchas turbulencias en el agua, generando una ola de al menos 25 metros (82 pies) que arrasaría la orilla de uno de los lados.
No se sabe qué desencadenó el catastrófico desprendimiento. La mayoría de los geólogos sospechan que fue un corrimiento de tierras, pero algunos creen que pudo producirse una pequeña erupción volcánica en el lecho del lago. Una tercera posibilidad es que el agua de lluvia fría que cayó en un lado del lago desencadenara el vuelco. Otros siguen creyendo que hubo un pequeño terremoto, pero como los testigos no dijeron sentir ningún temblor en la mañana del desastre, esta hipótesis es poco probable. Sea cual sea la causa, el suceso provocó la rápida mezcla de las aguas profundas sobresaturadas con las capas superiores del lago, donde la reducción de la presión permitió la efervescencia del CO
2 almacenado fuera de la solución.
Se cree que se liberaron unos 1,2 kilómetros cúbicos (0,29 millas cúbicas) de gas. Las aguas del lago, normalmente azules, adquirieron un color rojo intenso tras la desgasificación, debido a que el agua rica en hierro de las profundidades subió a la superficie y fue oxidada por el aire. El nivel del lago descendió aproximadamente un metro y los árboles cercanos al lago fueron derribados.
DesgasificaciónEditar
La magnitud de la catástrofe de 1986 hizo que se estudiara mucho la forma de evitar que se repitiera. Las estimaciones de la tasa de entrada de dióxido de carbono en el lago sugerían que podrían producirse desgasificaciones cada 10-30 años, aunque un estudio reciente muestra que la liberación de agua del lago, causada por la erosión de la barrera natural que mantiene el agua del lago, podría a su vez reducir la presión sobre el dióxido de carbono del lago y provocar una fuga de gas mucho antes.
Varios investigadores propusieron de forma independiente la instalación de columnas de desgasificación de balsas en el lago. Éstas utilizan una bomba para elevar el agua del fondo del lago, muy saturada de CO
2, hasta que la pérdida de presión comienza a liberar el gas del fluido difásico, con lo que el proceso se autoalimenta. En 1992 en Monoun, y en 1995 en Nyos, un equipo francés dirigido por Michel Halbwachs demostró la viabilidad de este enfoque. En 2001, la Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero de Estados Unidos financió una instalación permanente en Nyos.
En 2011, Michel Halbwachs y su equipo franco-camerunés instalaron dos tubos adicionales para asegurar la desgasificación completa del lago Nyos.
Tras la catástrofe, los científicos investigaron otros lagos africanos para ver si podía producirse un fenómeno similar en otros lugares. El lago Kivu, 2.000 veces más grande que el lago Nyos, también estaba sobresaturado, y los geólogos encontraron pruebas de eventos de desgasificación alrededor del lago aproximadamente cada mil años. La erupción del cercano monte Nyiragongo en 2002 hizo que la lava fluyera hacia el lago, lo que hizo temer que se desencadenara una erupción de gas, pero no fue así, ya que el flujo de lava se detuvo mucho antes de llegar a las capas inferiores del lago, donde el gas se mantiene en solución por la presión del agua.