Consejo Mundial de Iglesias (CMI), organización ecuménica cristiana fundada en 1948 en Amsterdam como «una comunidad de Iglesias que aceptan a Jesucristo nuestro Señor como Dios y Salvador». El CMI no es una iglesia, ni emite órdenes o directrices a las iglesias. Trabaja por la unidad y la renovación de las denominaciones cristianas y les ofrece un foro en el que pueden trabajar juntas en un espíritu de tolerancia y comprensión mutua.

El CMI se originó a partir del movimiento ecuménico que, tras la Primera Guerra Mundial, dio lugar a dos organizaciones. El Movimiento Vida y Trabajo se concentró en las actividades prácticas de las iglesias, y el Movimiento Fe y Constitución se centró en las creencias y la organización de las iglesias y en los problemas relacionados con su posible reunión. En poco tiempo, los dos movimientos comenzaron a trabajar para establecer una única organización. En 1937, la Conferencia de Fe y Constitución de Edimburgo y la Conferencia de Vida y Trabajo de Oxford aceptaron el plan de crear un solo consejo. En 1938 se reunió una conferencia de líderes eclesiásticos en Utrecht (Países Bajos) para preparar una constitución, pero intervino la Segunda Guerra Mundial, y la primera asamblea del CMI no pudo celebrarse hasta 1948. En 1961 el Consejo Misionero Internacional se unió al CMI.

Entre los miembros del CMI se encuentran la mayoría de los organismos protestantes y ortodoxos orientales, pero no la Iglesia Católica Romana, aunque a menudo hay delegados católicos romanos en las reuniones. Los bautistas del sur de Estados Unidos se encuentran entre los protestantes que no son miembros. El órgano de control del CMI es la asamblea, que se reúne en intervalos de aproximadamente seis años en diversos lugares del mundo. La asamblea nombra un gran comité central que, a su vez, elige entre sus miembros un comité ejecutivo de 26 miembros, que, junto con comités especializados y 6 copresidentes, lleva a cabo el trabajo entre asambleas. La sede del Consejo, en Ginebra, cuenta con un amplio personal bajo el mando de un secretario general.

El trabajo del CMI se divide en tres divisiones principales: relaciones con las iglesias, estudio y promoción ecuménica, y ayuda intereclesiástica y servicio a los refugiados. Bajo estas divisiones hay una serie de grupos y comisiones, como la de fe y orden, la comisión sobre la vida y el trabajo de los laicos en la iglesia y sobre la cooperación de hombres y mujeres en la iglesia y la sociedad.

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