Todos hemos visto la promesa, justo ahí en cada caja de Cheerios: «Avena cuidadosamente seleccionada que puede ayudar a reducir el colesterol». Los anuncios del popular cereal de General Mills también presumen de sus propiedades para reducir el colesterol. Pero, ¿puede realmente reducirse el colesterol comiendo un tazón de cereales? Y si es así, ¿cómo?
Los cereales contienen fibra soluble procedente de la avena integral, que es la principal razón por la que pueden hacer esta afirmación. «Este tipo de fibra soluble actúa como una especie de ‘esponja’, absorbiendo parte del colesterol en el cuerpo para que éste pueda deshacerse de él de forma natural», afirma el sitio web de Cheerios.
«La fibra soluble de la avena de grano entero forma un gel que une parte del colesterol en su tracto digestivo», continúa el sitio. «Cuando la fibra soluble se une al colesterol, éste queda ‘atrapado’ y parte de él se elimina del cuerpo de forma natural».
Se recomiendan tres gramos diarios de fibra soluble procedente de la avena integral, o unas dos raciones de taza y media de Cheerios, para reducir el colesterol. Aunque la FDA ha discrepado de la redacción exacta que ha utilizado Cheerios, el hecho de que la fibra soluble de los cereales integrales puede ayudar a reducir el colesterol no puede refutarse. Así pues, aunque muchos otros alimentos ricos en fibra soluble, como la avena, las palomitas de maíz, el arroz salvaje, el arroz integral, las alubias y el pan integral tienen el mismo efecto, Cheerios ciertamente no miente.