Colina del Palatino, Monte Palatino italiano, meseta de cuatro lados que se eleva 131 pies (40 metros) al sur del Foro de Roma y 168 pies (51 metros) sobre el nivel del mar. Tiene una circunferencia de 1.740 metros. La ciudad de Roma se fundó en el Palatino, donde los descubrimientos arqueológicos van desde restos prehistóricos hasta las ruinas de palacios imperiales.
El Palatino es topográficamente intrincado y paisajísticamente atractivo, a pesar de una crudeza general que se suaviza con la vegetación artísticamente ajardinada. Nivel tras nivel de edificios de varios pisos se ha construido en sitios y estructuras anteriores. Según la antigua leyenda romana, los fundadores de Roma, Rómulo y Remo, hijos gemelos de Marte, fueron abandonados cuando eran niños en la crecida del río Tíber y fueron depositados por las aguas en retroceso a los pies del Palatino. La leyenda afirma que fueron alimentados por una loba cuya cueva, o Lupercal, estaba en las laderas del Palatino y que fueron criados por un pastor que guardaba sus rebaños en las laderas del Palatino, el centro desde y alrededor del cual creció Roma. Aunque durante mucho tiempo se creyó que la cueva se había perdido, en 2007 un equipo de arqueólogos identificó un santuario abovedado -enterrado 16 metros en el interior del Palatino- que se cree que es el antiguo lugar que los romanos veneraban como el Lupercal.
El Palatino constaba originalmente de tres cumbres: el Germalus al norte; la Velia, una especie de istmo que unía el Palatino con la vecina colina del Esquilino; y el Palatium al sur. El Palatium era la más alta de las cimas y posteriormente dio nombre a toda la colina.
Durante la antigua época republicana se construyeron en el Palatino muchos templos y casas de ciudadanos destacados, y durante el Imperio Romano se convirtió en el barrio aristocrático de la ciudad. El emperador Augusto nació y estableció allí su residencia imperial; Domiciano hizo transformar en gran medida la topografía por el arquitecto Rabirio.
Con la caída del imperio, la arquitectura sobre el Palatino, también cayó en el deterioro. En la Edad Media se transformó en una fortaleza, pero posteriormente se abandonó. El Renacimiento italiano hizo resurgir el valor del terreno, y las familias nobles romanas volvieron a construir sus casas allí.