Cessna Aircraft quiere ampliar su alcance en el segmento de aviones pequeños de la industria de la aviación general mediante la adquisición de Columbia Aircraft. Aunque este movimiento se había rumoreado durante días, no se confirmó hasta que Cessna y Columbia enviaron breves comunicados de prensa el 24 de septiembre, revelando que Columbia se ha acogido al capítulo 11 de la ley de quiebras. Cessna, por su parte, ha firmado una carta de intenciones con Columbia para «adquirir determinados activos y ciertos pasivos»
Para Cessna, la adquisición llenaría un vacío en su línea de productos, que carece de aviones monomotor en el rango de 200 nudos. Pero los modelos Columbia de materiales compuestos representan un gran cambio para Cessna, que ha construido su reputación con aviones metálicos de ala alta. Para Columbia, tal movimiento obviamente salvaría a la compañía y proporcionaría tranquilidad a los clientes al estabilizar una operación de dos modelos.
No está claro cómo Cessna dirigiría ambas operaciones, ya que su fabricación ya se encuentra en Independence, Kan, mientras que Columbia está en Bend, Ore. El jefe de Cessna, Jack Pelton, insinuó el futuro al mencionar su próxima generación de aviones. La compañía ha estado mostrando en varias ferias un avión de ala alta, dirigido al mercado de los vuelos rápidos a campo traviesa. Dijo en un comunicado que la adquisición de Columbia «podría ofrecer a nuestros clientes la opción de un excelente avión de pistón de ala baja y alto rendimiento. Creemos que la combinación de esta magnífica línea de productos con la estructura de apoyo y la marca de clase mundial de Cessna será imbatible».
Los modelos Columbia 400 y 350 pondrían a Cessna en competencia directa con los modelos de gama alta de Piper, Mooney, Cirrus y Diamond. Columbia ha presentado una moción ante el tribunal de quiebras, solicitando la aprobación de la venta a Cessna mientras se establecen los procedimientos de licitación para que otros puedan presentar ofertas en una subasta programada tentativamente para noviembre. El acuerdo de Cessna pretende, obviamente, enviar una señal a otros posibles licitadores de que va en serio.
En virtud del acuerdo, todas las cuestiones relativas a la garantía y el servicio de los productos de Columbia se cumplirían tras la adquisición. Los funcionarios de Columbia dijeron que tuvieron que declararse en bancarrota para seguir operando. La compañía ha recibido 3 millones de dólares de financiación adicional para mantenerla a flote durante el proceso judicial. Columbia espera producir unos tres aviones por semana en el ínterin.