Este plato clásico se volvió mágicamente más rico y decadente cuando lo aligeramos. Por Sidney Fry, MS, RD

01 de agosto de 2011

Ver receta: Pudín de plátano asado

Los cocineros del sur adoran su pudín de plátano como los neoyorquinos adoran su tarta de queso. Es un postre tradicional que empieza de forma bastante inocente (con fruta, al fin y al cabo), hasta que los plátanos se meten dentro de varias capas de crema pastelera pesada, galletas y nata montada. Una muestra de este dulce y untuoso manjar puede sumar 800 calorías y 19 gramos de grasas saturadas, todo ello en un tazón de tamaño modesto.

Empezamos por dar un pequeño impulso a los plátanos, asando la fruta con su cáscara para concentrar el sabor. A continuación, la mitad se tritura en las natillas para hacerlas más ricas y cremosas, y la otra mitad se corta en rodajas para darle textura. Nuestras natillas caseras son ligeras, ya que utilizamos leche al 2% en lugar de leche entera, mientras que la cobertura esponjosa sustituye a la nata montada. Las obleas de vainilla se mantienen, para que estén a la antigua usanza; se ablandan en forma de discos de bizcocho mientras se asientan. Nuestro nuevo postre tiene un 90% menos de grasa saturada, un 60% menos de calorías y todo el encanto sureño del original.

EL CLÁSICO
819 calorías por ración
49 gramos de grasa total
19 gramos de grasa saturada

EL MAKEOVER
295 calorías por ración
5,6 gramos de grasa total
2,1 gramos de grasa saturada

Ver receta: Pudín de plátano asado

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