Limpiar las hojas de otoño puede ser mucho trabajo, especialmente si tiene un césped grande con muchos árboles. Es tentador dejar que las hojas se queden en el césped. Pero la realidad es que lo mejor para tu césped es limpiar esas hojas. Sin embargo, puedes simplificar la tarea o utilizar las hojas para mejorar el jardín del próximo año.
Las hojas que no se retiran del césped impiden que la luz solar y el aire lleguen a la hierba. El problema se agrava cuando llueve o nieva, convirtiendo las esponjosas capas de hojas en esteras empapadas. La falta de luz y de circulación de aire puede provocar enfermedades en el césped o, en el peor de los casos, puede incluso asfixiarlo y matarlo.
Acolchado
Una de las formas más sencillas de gestionar las hojas es el acolchado. Triturar las hojas es sencillo: Sólo tiene que triturar las hojas con su cortacésped tanto como sea posible poco después de que caigan. Compruebe que el material de las hojas trituradas no es excesivo. Debe mezclarse bien con el césped y no acumularse tanto que cubra las hojas de hierba, haciendo que el césped se asfixie.
Para aquellos que insisten en tener un césped impecable durante todo el año y pueden estar preocupados por lo que los vecinos pensarán de los trozos de hojas marrones que deja el cortacésped, no se preocupe. Las hojas trituradas se filtrarán por el césped y desaparecerán de la vista. En los céspedes del norte, que se aletargan con el frío y adquieren un color marrón, las hojas trituradas pueden incluso pasar desapercibidas. Una de las ventajas del acolchado es que la materia orgánica de las hojas puede ayudar a alimentar el césped, e incluso puede suprimir el crecimiento de algunas malas hierbas.
Rastrillar
Aunque el acolchado es la opción más fácil para gestionar las hojas de otoño, no siempre es apropiado. Por ejemplo, a veces las hojas caídas albergan enfermedades, que pueden sobrevivir al invierno si se dejan como mantillo en el césped y volver a infectar las plantas en primavera. Estas enfermedades suelen ser específicas del huésped, lo que significa que sólo infectan un determinado tipo de planta (por ejemplo, los árboles de hoja caduca, pero no el césped). Por lo tanto, aunque las hojas no tienen por qué dañar el césped, sí pueden infectar las plantas cercanas. Por lo tanto, la mejor opción es rastrillar el césped.
En algunas comunidades, los residentes rastrillan las hojas en las calles y los trabajadores municipales las barren. El problema de esta estrategia es que muchas hojas son arrastradas a las alcantarillas, donde llegan a los arroyos y otros cursos de agua. Allí liberan nitrógeno y fósforo en el agua, lo que favorece el crecimiento de las algas. Y el crecimiento excesivo de algas agota el oxígeno del agua y mata a los peces y otras formas de vida acuática. Si quiere ayudar a prevenir esto, embolsar sus hojas rastrilladas en bolsas de residuos de jardín es el camino a seguir.
Compostaje
Otra opción para eliminar las hojas del césped pero aún así convertirlas en un producto útil para su jardín es el compostaje. El compostaje requiere algo de paciencia. Pero hay dos cosas que puedes hacer para garantizar el éxito del compostaje de hojas:
- Muele o tritura las hojas antes de compostarlas. Esto hará que se descompongan más rápido.
- Añada nitrógeno adicional a su compost de hojas, lo que también promueve una descomposición más rápida. El estiércol es el mejor suplemento de nitrógeno, y una mezcla de cinco partes de hojas por una de estiércol se descompondrá rápidamente. Si no tiene estiércol (y muchos jardineros no lo tienen), los suplementos de nitrógeno como la sangre seca, la harina de semillas de algodón, la harina de huesos y el granito, funcionarán casi igual de bien.