Hacer que un matrimonio funcione puede ser un reto, especialmente cuando uno de los cónyuges está considerando el divorcio.

Se necesita tiempo y esfuerzo para reconstruir una relación, pero si ambos cónyuges se comprometen a hacer que el matrimonio funcione, la reconciliación es posible.

Sea realista

No espere un éxito instantáneo-la reconciliación lleva tiempo y trabajo duro. No volverás a la normalidad después de una o dos conversaciones. Concéntrese en pequeños pasos para mejorar sus interacciones. Disfrutad de los pasos positivos, como tener una discusión sin levantar la voz o enfadarse el uno con el otro. Disfruten del tiempo juntos de forma regular.

La reconciliación no es el perdón

Es fácil confundir el perdón y la reconciliación, pero no son lo mismo. Sólo se necesita una persona para perdonar, pero se necesitan dos personas para reconciliarse. Si su cónyuge no está interesado en preservar su matrimonio es probable que se enfrente a un divorcio porque sólo puede controlar sus propias acciones. Si su cónyuge no está dispuesto a hablar de salvar su matrimonio, déle tiempo y vuelva a intentarlo más tarde.

¿Qué fue mal?

Piense en lo que está mal en su matrimonio y en cómo puede estar contribuyendo a los problemas. Haz una lista de los problemas de tu relación y crea posibles soluciones. Póngase en el lugar de su cónyuge e imagine cómo le afectan sus acciones. Hazle saber a tu cónyuge que te comprometes a trabajar en la relación. Separe su ira de los problemas y diríjase a su cónyuge con calma. Hágale saber a su cónyuge que no está interesado en culparle de los problemas de su matrimonio; sólo quiere reconciliarse.

Hable con su cónyuge

Comience la reconciliación haciéndole saber a su cónyuge que tiene la intención de trabajar en su relación. Reconozca los problemas de su matrimonio y dígale a su cónyuge que quiere mejorar las cosas. Admita sus propios sentimientos de dolor y enfado y anime a su cónyuge a compartir sus sentimientos con usted. Diga a su cónyuge por qué está enfadado o herido y escuche con comprensión sus sentimientos.

Evite la actitud defensiva

Sea abierto y honesto con su cónyuge sobre los sentimientos y no se ponga a la defensiva. La relación merece un poco de dolor por compartir pensamientos y sentimientos negativos. Espere resistencia por parte de su cónyuge. Manténgase honesto, indulgente, cariñoso y vulnerable durante sus discusiones.

Discúlpese por los errores del pasado

Después de haber compartido sus sentimientos, debe disculparse por cualquier daño que haya hecho. Pedir disculpas valida el dolor y la ira de su cónyuge y le permite avanzar hacia la reconciliación. Dígale a su cónyuge que lamenta lo que hizo y que no volverá a hacerlo. Si su cónyuge es capaz de aceptar sus disculpas y perdonarle, eso es un gran paso hacia la reconciliación.

Enfóquese en el futuro

Una vez que hayan discutido lo que está mal en su relación y hayan compartido sus sentimientos, es hora de enfocarse en el futuro. Si uno de los dos no está preparado para perdonar, hágaselo saber a la otra persona diciéndole «Todavía estoy trabajando en esta herida y me llevará algún tiempo. Por favor, ten paciencia». Una reconciliación significativa lleva tiempo. Acuerden dejar atrás el pasado. Comparte tus ideas sobre cómo sería una relación mejor. Hagan una lista de acciones prácticas que ambos pueden llevar a cabo para reconstruir el matrimonio, como comunicarse todos los días, tener una cita mensual para cenar y otros pasos sencillos para mejorar la relación.

Reconstruir la confianza

La confianza es esencial en cualquier matrimonio y una vez que se ha perdido, lleva mucho tiempo reconstruirla. Ayudará si puedes comunicarte abierta y honestamente sobre tus sentimientos hacia el otro. Ser coherente, paciente y amable contribuirá en gran medida a reconstruir la confianza. Asegúrese de cumplir lo que promete. Si le dice a su cónyuge que piensa pasar más tiempo con él o ella, asegúrese de que así sea. Cumpla sus compromisos y, si hiere a la otra persona, discúlpese inmediatamente. Si su cónyuge le hace daño, hágaselo saber de inmediato para no acumular resentimiento.

Mantenga límites

Los límites no son para mantener a las personas y los sentimientos fuera. En cambio, los límites son la forma de mostrar respeto por ti mismo. Si algo te hace sentir incómodo, hazle saber a los demás que esa es una línea que no deben cruzar. Si no quieres violar los límites de otra persona, ¿por qué vas a permitir que violen los tuyos? Establecer límites te hará sentir más seguro y más cómodo contigo mismo. Y, como resultado, los demás te respetarán más.

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