Las palabras de la Escritura son palabras vivas. (Véase Hebreos 4:12.) Contienen la sabiduría eterna contenida en la cáscara de las palabras humanas. Dios quiere que «abramos» estas palabras humanas y empecemos a descubrir la rica riqueza de aplicación y comprensión personal que contienen. Este objetivo puede lograrse al memorizar y meditar en las Escrituras.
El apóstol Pablo dijo: «Que la palabra de Cristo habite en vosotros abundantemente en toda sabiduría» (Colosenses 3:16). La meditación en las Escrituras hará que éstas «habiten en usted» y se conviertan en una fuente de sabiduría en su mente, su voluntad y sus emociones.
Recuerde que la meditación no puede hacerse con prisa. Requiere tiempo. Estudiar el significado de un pasaje y memorizarlo te prepara para meditar en él. Mientras meditas, el Espíritu Santo te enseñará los caminos de Dios a través de Su Palabra. (Véase Juan 16:13.) Utilice las siguientes claves para la meditación:
Adora a Dios en tu espíritu
Tus tiempos de meditación deben ser tiempos de adoración y comunión con Dios. Adore a Dios en su espíritu mientras le cita la Palabra de Dios. Reverencie la Palabra de Dios y propóngase «hacer todo lo que está escrito en ella» (Josué 1:8).
Personalice el pasaje
Convierta la Escritura en una oración en primera persona hacia Dios. Personalícela poniéndola en primera persona, usando yo, me y mi. Por ejemplo, Colosenses 3:16 (citado más arriba) podría personalizarse diciendo: «Que la palabra de Cristo habite en MÍ en abundancia con toda sabiduría». Cuando usted pone la Escritura en primera persona, se convierte en una expresión viva dentro de su corazón, lo cual es un aspecto de la meditación.
Preste atención a cada palabra de cada verso
Enfocándose en un verso a la vez, cítelo al Señor, ponderando cada palabra. Con cada recitación de un verso, enfatice una palabra diferente. Por ejemplo, si está meditando en Juan 3:16, enfatice una palabra diferente cada vez que repita el pasaje:
- «Porque de tal manera amó Dios al mundo … .»
- «Porque de tal manera amó Dios al mundo … .»
- «Porque Dios amó tanto al mundo … .»
- «Porque Dios amó tanto al mundo … .»
- «Porque Dios amó tanto al mundo … .»
- «Porque Dios amó tanto al mundo … .»
Estad atentos. Este sencillo método de meditación le revelará nuevas percepciones y le dará una mayor comprensión de las frases y oraciones. Al escuchar las palabras del pasaje, discernirá matices y asociaciones que a menudo se pasan por alto cuando el pasaje se lee en silencio.
«Martín Lutero, una de las figuras fundamentales de la historia de la Iglesia, dio instrucciones detalladas sobre cómo meditar … . ‘Debes meditar no sólo en tu corazón, sino también externamente, repitiendo y comparando realmente el discurso oral y las palabras literales del libro, leyéndolas y releyéndolas con diligente atención y reflexión, para que puedas ver lo que el Espíritu Santo quiere decir con ellas’. «(Doug McIntosh, God Up Close: How to Meditate on His Word, Moody Press, Chicago, Ill., 1998, 65.)
Ilustre los conceptos principales que se encuentran dentro del pasaje
Mientras memoriza y medita en un pasaje, busque conceptos y patrones bíblicos. A veces, dibujar ilustraciones sencillas con figuras de palo y símbolos puede ayudarle a recordar las ideas principales del pasaje. No sólo la creación de la ilustración le ayudará a meditar más en el significado del pasaje, sino que su ilustración puede servir como un simple resumen de lo que el Señor le enseñó a través de la meditación de Su Palabra.
Cada ilustración debe representar su comprensión actual de la acción que se describe en el versículo o frase. A medida que su comprensión del versículo se profundice, sus ilustraciones se ampliarán.
Medite en las Escrituras mientras se va a dormir por la noche
Uno de los momentos más críticos para meditar en la Palabra de Dios es cuando se va a dormir cada noche. En las Escrituras, hay muchas referencias a meditar en las Escrituras en este momento. (Véase Josué 1:8, Salmo 1:2, 63:6 y 119:148.)
Los momentos tranquilos de preparación para dormir ofrecen un escenario ideal para la contemplación y la comunión con el Señor. Los pensamientos que se le ocurren al irse a dormir estarán en su subconsciente durante toda la noche. Influirán fuertemente en sus actitudes al día siguiente, consciente o inconscientemente.
Responda a Dios cuando le enseñe
Mientras medita, no se desanime si tiene que repasar el pasaje varias veces antes de que le vengan a la mente las percepciones. Cuando Dios le revele una idea, ore a Él y pídale la gracia de aplicar esa verdad en su vida. Si el Espíritu Santo le convence de algún pecado en su vida, confiéselo al Señor y sea perdonado.
Aplique a su vida las percepciones que obtenga a través de la meditación de las Escrituras. Más información >>