por Fran Creffield
Las personas que llevan mucho tiempo solteras, se sienten solas o tienen problemas de autoestima son especialmente vulnerables a los jugadores, pero nadie es realmente inmune. Éstas son algunas de las señales de advertencia que pueden ayudarte a detectar a un jugador
Un jugador -definido de forma más sencilla como alguien que finge un grado serio de interés romántico mientras a menudo mantiene varias relaciones similares simultáneamente- es engañoso y manipulador por naturaleza. Cuando uno entra en tu vida, podrías ser perdonado por creer que son la respuesta a tus oraciones, que es exactamente lo que quieren. Este comportamiento suele ocultar una baja autoestima y una incapacidad para formar vínculos seguros.
Al principio….
El comienzo de una relación con un jugador suele ser como un torbellino: su encanto, su entusiasmo y su interés en tu vida pueden parecer irresistibles. Se esforzarán por hacerte creer, muy rápidamente, que tu vida no tiene ningún valor sin ellos.
En poco tiempo serán el centro de tu vida, y puede que intenten congraciarse también con tu familia y amigos. Tenga cuidado con las afirmaciones jactanciosas e infundadas, la falta de información sobre ellos mismos y los planes llamativos o grandiosos. Si todo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.
Con el paso del tiempo…
El objetivo de un jugador es ganarse tu afecto y el marcador que utiliza para juzgarlo suele ser sexual: ha hecho su conquista. Para otros, será cuando diga que los ama o, en casos extremos, acepte casarse con ellos. Cualquiera que sea el reto, una vez conseguido, la marea puede cambiar repentinamente, ya que él o ella se retira y tú te quedas esperando. Puede que te encuentres gastando dinero, tiempo y energía para atraerlos de nuevo. También es posible que te des cuenta de que no sabes mucho sobre ellos, como dónde viven o trabajan, y cuando empiezas a comprobar las cosas que te han contado, nada parece sostenerse.
¿Por qué la gente se convierte en jugadores?
La mayoría de los jugadores buscan una solución para su ego y, fundamentalmente, su acción tiene que ver con el poder y el control. A menudo, tienen miedo y se sienten poco queridos, por lo que se sienten atraídos por relaciones intensas y cortas en lugar de vínculos más largos y sostenidos.
Atraerle a su trampa proporciona una euforia temporal que pronto desaparece. Entonces se sienten obligados a marcharse y repetir todo el proceso de nuevo con su siguiente víctima.
Al final…
El mundo está lleno de jugadores y, hasta cierto punto, todos somos culpables: cada uno de nosotros debe negociar ocasionalmente relaciones y situaciones para servir a su propio interés.
Un jugador en el ámbito romántico es diferente debido a las extremas consecuencias emocionales para sus víctimas, a menudo vulnerables. Nadie quiere quedar como un tonto y es este miedo el que impide a muchas personas salir con alguien.
Una mejor idea sería desarrollar una respuesta más robusta a los halagos excesivos. Tómate el tiempo necesario para conocer a una pareja potencial y escucha tu instinto. Si alguien se muestra excesivamente confiado, insistente o te pide que hagas algo que te hace sentir incómodo -por ejemplo, prestarle dinero cuando os acabáis de conocer- no tengas miedo de cortar todo contacto.